Un incendio declarado la pasada madrugada en un piso del casco viejo de Cambados causó daños muy importantes en la vivienda y ha obligado a realojar a la única ocupante de la misma, una mujer de 88 años con problemas de movilidad. En un primer momento, se cree que el origen del fuego fue fortuito, y que habría empezado en un radiador eléctrico colocado en un baño, junto a la puerta.

El edificio se encuentra en la calle Novedades. Se trata de un inmueble antiguo compuesto por bajo, tres plantas y bajocubierta, que está situado a escasos 50 metros de la casa museo de Ramón Cabanillas, y muy próximo también a la plaza de Fefiñáns. Consta de tres viviendas, y el fuego se declaró en el primer piso. En los dos superiores vive una persona en cada uno. En ambos casos se trata de varones de mediana edad, y uno de ellos permaneció confinado en el interior de su casa hasta que Protección Civil y los Bomberos lograron sofocar las llamas en el primer piso.

El incendio empezó sobre las 6.30 horas de la mañana de ayer, cuando la mujer, una cambadesa de iniciales M.F.G. ya estaba a pie. Según el jefe de la Policía Local, Maximino Cid Ferro, la patrulla de la Guardia Civil que estaba en ese momento de guardia tuvo conocimiento de que estaba saliendo mucho humo de un inmueble de la calle Novedades, activando inmediatamente el operativo de emergencias. Eso propició que la respuesta de los equipos de extinción fuese muy rápida, con lo que al final no hubo que lamentar daños personales. Éste ha sido el segundo incendio urbano grave que se produce en Cambados en un plazo de poco más de un mes.

Bajó sola

La mujer vive sola en el primer piso, y pese a que tiene poca movilidad, logró bajar las escaleras que le conducían a la calle, según fuentes consultadas. Allí, se reunió con otros vecinos, y recibió una primera asistencia por parte de los equipos de emergencias. Sin embargo, en un primer momento rehusó ser trasladada a un centro médico.

La Policía Local le llevó una manta, y una vez que Protección Civil y los Bomberos consiguieron controlar la situación en el edificio, condujeron a la octogenaria a la base policial. Allí le dieron una bebida caliente y la mujer fue sometida a un primer examen médico, si bien los facultativos indicaron que no presentaba ningún problema de salud derivado de la inhalación de humo.

También llamaron a una hermana de la afectada, otra mujer de avanzada edad, y pusieron los hechos en conocimiento de los servicios sociales. El concejal del área, Constantino Cordal, explica que M.F.G. era usuaria del servicio de teleasistencia domiciliaria -pensado precisamente para que las personas mayores o dependientes puedan avisar fácilmente cuando están en peligro-, y que su casa "ha quedado inhabitable" durante un tiempo. Por ello, ha sido alojada en un hotel del centro de la villa, a la espera de que se concrete otra posibilidad de residencia.

Confinado en casa

En el segundo piso vive un hombre, que explica que "estaba durmiendo cuando pasó todo", y que bajó a la calle en cuanto le avisaron de lo que sucedía. El ocupante del tercer piso, sin embargo, se quedó en casa, asomado al balcón. "Estaba durmiendo, pero sobre las seis y media noté algo raro. Pensé que igual era en mi cocina y fue a mirar, pero no. Después abrí la puerta de casa y ya vi que en las escaleras había muchísimo humo", explica Mohamed El Kemakh.

Acto seguido se asomó al balcón y vio a un grupo de gente. "Intenté bajar, pero ya no pude, porque había tanto humo que no se veía nada", relata. Entonces, "desde la calle, Protección Civil y la Guardia Civil me dijeron que me quedase dentro de casa", y así lo hizo. Antes, colocó una toalla húmeda en la rendija de la puerta principal, para evitar que le entrase humo en la vivienda, y se fue hacia el balcón.

Añade que en un primer momento no sintió ninguna molestia física, si bien a primera hora de la mañana sí notó "unos mareos". Sin embargo, le restó importancia.

Este incendio tiene algunas similitudes con el de principios de marzo, que fue en la calle Clemencio Fernández Pulido. En aquella ocasión, también empezó de madrugada, y se originó presumiblemente en un aparato eléctrico productor de calor. Pero aquel fuego había sido mucho más grave, pues resultaron intoxicadas por humo 12 personas, y los propietarios del piso donde se declaró el incendio tuvieron que ser rescatados por Protección Civil y la Guardia Civil después de que estos tirasen abajo la puerta principal a hachazos. Los inquilinos aún no han podido regresar a día de hoy a su casa.