El alcalde de Vilagarcía de Arousa, Alberto Varela, busca fórmulas para desbloquear el proyecto de ampliación del polígono industrial de O Pousadoiro, cuyo plan sectorial inició la Xunta de Galicia, y que lleva paralizado ya diez años por decisión autonómica. La reciente Ley de fomento de implantación de iniciativas empresariales que, entre otras cuestiones, facilita la ampliación de suelo a demanda, constituye una esperanza para el gobierno municipal con el fin de impulsar el crecimiento de la superficie dedicada a industrias.
Dado que el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, está acercando a los concellos y a los empresarios los términos de la ley 5/2017 cuyo texto estipula una serie de facilidades administrativas, fiscales y de acceso al suelo industrial, el regidor vilagarciano ha decidido solicitar una entrevista para plantearle la necesidad que tiene el municipio de disponer de suelo para el asentamiento de nuevas actividades industriales.
Varela Paz recuerda que periódicamente recibe consultas de empresas interesadas en la disponibilidad de suelo industrial para instalarse en el municipio. El problema es que no hay parcelas disponibles en el polígono de O Pousadoiro. Vilagarcía tiene en la actualidad espacio para el asentamiento de naves de tipo comercial, pero no para el desarrollo de actividad industrial.
En el año 2008 se redactó un proyecto sectorial para la acometida de la segunda fase de O Pousadoiro y se iniciaron los trámites para incluirla en el PXOM de Vilagarcía, pero esta iniciativa fue paralizada por la Xunta bajo el argumento de que en la comarca había otros polígonos con parcelas aún sin vender.
El proyecto de ampliación del polígono de O Pousadoiro que está paralizado abarca casi 405.000 metros cuadrados de los que el 72,34% está en Vilagarcía y el 27,6% en Caldas de Reis. En el primero de los municipios afecta a la Comunidad de Montes de Loenzo de Arriba y a particulares, en tanto que en Caldas ocupa parcelas de la Comunidad de Montes de Godos y del Concello.
Según el plan sectorial, la superficie que se quiere aumentar al polígono se sitúa al norte de la carretera PO-305, frente al actual parque empresarial, entre el trazado de la variante norte de Vilagarcía y la industria ya existente en Caldas de Reis y, por el sur limita parcialmente con una cantera que está en fase de explotación en la actualidad.
La memoria del proyecto sectorial indica que el nuevo parque se articula en torno a cuatro ejes viarios que finalizan en una glorieta en fondo de saco en torno a la que se situarán las diferentes parcelas.
El área de ampliación ocupa terrenos del antiguo vertedero de Vilagarcía, además de zona de monte. En este municipio, la calificación urbanística es de suelo rústico de protección de montes, rústico común y de protección de ríos, en tanto que en la parte de Caldas es suelo rústico de protección forestal. En ambos casos será necesaria la modificación de la calificación urbanística para la construcción del polígono.
En esta nueva superficie se crean parcelas para satisfacer una amplia gama de demandas. La superficie total para el asentamiento de las empresas es de 197.373,77 metros cuadrados, dividiéndose las parcelas desde las más pequeñas de mil metros a las de mayor tamaño de 40.000 metros cuadrados.
El proyecto de ampliación del polígono reserva una zona verde en la que se integran los yacimientos arqueológicos encontrados en la zona, como medida de protección de los mismos. Además se crea un cordón perimetral verde que sirve de pantalla vegetal para la integración paisajística del polígono.
