El reguero de destrucción provocado por la ciclogénesis explosiva Hugo se cebó, de manera especial, con la parroquia cambadesa de Castrelo, donde causó severos daños materiales que todavía son visibles casi un mes después. Este es el motivo por el que la formación Somos Cambados ha decidido presentar en el próximo pleno una moción en la que se reclama la declaración de zona catastrófica para Castrelo por los daños que provocó un tornado y por los vientos de más de 110 kilómetros hora que se registraron aquel 23 de marzo.

La formación que encabezan Constantino Cordal y Xurxo Melchor apunta a que "fueron tan solo unos segundos, pero la virulenta fuerza del viento afectó directamente a una docena de viviendas y a varios establecimientos comerciales de la zona, que vieron como volaban los tejados y se resquebrajaban los cristales de muchas ventanas". Es más, la impresionante fuerza eólica se llevó por delante un muro y destrozó gran parte de los cultivos de esa zona, una de las más prolíficas, en lo que a huerta se refiere, de Cambados.

Para la formación, una situación de estas características, en una parroquia como Castrelo, puede producir un grave perjuicio económico para los afectados, tanto agricultores como viticultores, y como consecuencia, para el resto de sectores económicos que dependen en gran medida de que el sector primario tenga vitalidad suficiente. Entienden que va a resultar fundamental aplicar una serie de medidas que pasan por la concesión de subvenciones e incentivos para aquellos sectores que resultaron sumamente afectados. Así, en la moción reclaman seis medidas concretas a ejecutar: ayudas directas que compensen los daños de los cultivos afectados; exención de las cuotas de la Seguridad Social del Régimen Especial Agrario; reducción de los índices de rendimiento neto en el método de estimación objetiva del IRPF y el Régimen Simplificado de IVA; créditos con subvenciones de amortizaciones e intereses; adelanto en los pagos correspondientes y subvenciones por superficie; y todas aquellas ayudas que puedan solicitarse dentro de la Ley.

También instan al Concello a aplicar bonificaciones en el ICIO a favor de las construcciones, instalaciones y obras que se realicen por parte de los propietarios afectados por el Hugo. La administración municipal sería la encargada de tramitar las solicitudes de ayuda ante la Delegación de Gobierno de Galicia, aportando la documentación necesaria que permita acogerse a las ayudas incluidas dentro de la catalogación de zona catastrófica. Además, sería la entidad responsable de solicitar colaboración y cooperación de todas las administraciones públicas implicadas, desde el Ministerio del Interior hasta la Diputación, pasando por la Xunta o la Mancomunidade.

"La gestión de este tipo de emergencias y la minimización de los daños requieren el esfuerzo y colaboración de todas las administraciones públicas implicadas mediante la actuación coordinada", explican.

Somos insiste en que es necesario que "las administraciones, comenzando por el propio Concello, tomen decisiones encaminadas a tratar de paliar las pérdidas que la ciclogénesis explosiva Hugo causó en el sector agrícola de la parroquia de Castrelo, además de a empresas y vecinos particulares".

La ciclogénesis explosiva Hugo provocó una manga marina que, el pasado 23 de marzo, tocó tierra sobre las 18.00 horas. A partir de ese momento, se convirtió en un tornado que arrasó todo a su paso, causando daños muy importantes en la parroquia cambadesa de Castrelo, pero también en la zona de Xil, en el vecino municipio de Meaño. Tejados arrancados, cultivos destrozados o casas dañadas fueron solo algunas de las incidencias que ocurrieron en menos de una hora.