Una vecina del lugar de Fornos en Vilariño alertó en la tarde de ayer a los servicios de emergencias de la posible situación de riesgo de un hombre de 88 años que hacía varios días que no salía de su casa.

Una vez en el lugar, Protección Civil, Bombeiros do Salnés y 061 se encontraron a la víctima en el suelo por lo que procedieron a entrar en la vivienda rompiendo el cristal de una ventana.

Aunque su estado parece que no reviste gravedad, los sanitarios decidieron trasladarlo en la ambulancia al Hospital do Salnés donde fue sometido a una exploración.

Todo parece indicar que el hombre sufrió una caída en su casa el pasado jueves y que no recibió auxilio porque vive solo y nadie se percató del accidente.

Este tipo de situaciones son cada vez más frecuentes sobre todo en personas que optan por quedarse en su domicilio a pesar de que ya no tienen parientes que acudan a visitarlos con frecuencia.

Hace solo unos meses, otra mujer de Cambados fue atendida por una situación similar y en el centro hospitalario comarcal optaron por darle el alta debido a su favorable evolución sanitaria.

Sin embargo, la mujer falleció unos días después ya que sufrió una caída cuando se dirigía desde el interior de su casa al patio en el que guardaba unas gallinas.

El problema de la soledad de los mayores es quizá uno de los más graves que existen en la sociedad actual y al que las administraciones se enfrentan de forma demasiado tangencial, sobre todo porque los recursos son insuficientes para cubrir la demanda.

Pero también se encuentran con trabas a la hora de persuadir a estas personas de que estarían mejor atendidos si optan por alguna plaza en una residencia.