El Partido Galeguista Demócrata (PGD) formó gobierno con el PP en el anterior mandato y trató de sacar adelante su propio PXOM. Incluso afrontó un periodo de exposición pública y una aprobación provisional en el pleno.

Pero la fuerte presión social no solo frenó aquella propuesta, sino que destrozó al gobierno en la recta final del mandato y se lo hizo pagar caro en las elecciones de 2015, cuando el PP del entonces alcalde, Miguel Pérez, sufrió un batacazo electoral histórico.

Fue en aquella época cuando el PGD, dirigido aún por Alfredo Bea García, dio carpetazo al asunto antes de la cita con las urnas y adoptó una postura que, supuestamente, es la misma que hoy va a defender Félix Lamas: Nueva exposición pública y referéndum.

En enero de 2015 el equipo de dirección de los galeguistas, integrado por el propio Lamas, apostaba abiertamente por esa segunda exposición pública del planeamiento y sugería la organización de la consulta pública, para que sean los vecinos los que se pronuncien antes de que el pleno de la Corporación y la Xunta conviertan el documento en definitivo.

Los galeguistas mecos reiteran ahora que formando parte del anterior gobierno "siempre se habló de la necesidad de una exposición pública, como marca la ley, para mostrar a los vecinos el trabajo realizado por los técnicos, pero también de la posibilidad de una segunda exposición, sobre todo desde que descubrimos que prácticamente nadie conocía las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal aprobadas en 1996, según las cuales ya había una gran cantidad de inmuebles que quedaban 'fuera de ordenación', aunque sus propietarios no lo supieran y lo descubrieran, precisamente, gracias al PXOM".

En la formación galeguista consideran que la segunda exposición pública debe servir "para que el pueblo pueda discutir, hablar y alegar".

Hace tres años indicaban: "Para eso se pusieron los papeles encima de la mesa, aunque algunos se empeñen en hablar de oscurantismo cuando en realidad se trata de un proceso absolutamente transparente, y así tratamos de explicarlo en el pleno en el que se produjo la aprobación inicial, donde a pesar de las interrupciones y los insultos ya se avanzó que no habría problema alguno en una segunda exposición pública".