Malestar entre los vecinos de siete viviendas de Lores por la demora para poder conectarse a la ampliación de la red de saneamiento que se ejecutado para darles servicio, máxime cuando desde hace casi cuatro meses los vecinos afectados pagaron ya las tasas de enganche.

Se trata de un proyecto que se ejecutó en el diciembre de 2017 en base a un convenio del concello de Meaño con Augas de Galicia, para dotar de red de saneamiento a siete viviendas del lugar de Lores, que quedaba sin acceso al colector principal dispuesto hace años. Formalmente la obra debía tener finalizado, como plazo máximo, a fecha 31 de diciembre de 2017. Cierto que el proyecto conllevaba la construcción de una estación de bombeo para enviar las aguas residuales al colector principal, y es precisamente esta estación de bombeo la que está parada a expensas del abastecimiento eléctrica para su puesta en marcha.

Los vecinos afectados han hecho público su malestar por la situación generada. "Hemos pagado la tasa de enganche en diciembre -afirma uno de los consultados-, bajo el compromiso de que lo obra se había finalizarse el 31 de ese mes, y poder dispone ya nosotros del servicio de saneamiento desde entonces". "No vemos lógico -agrega- que hayamos pagado por un servicio que, camino ya de cuatro meses después de abonada la tasa, no podemos estar disfrutando".

Exasperados por el retraso algunos afectados reconocen haber realizado su obra de enganche hace unos días y haber conectado su tubería a la red. Es por ello que las aguas residuales de algunas viviendas están llegando ya estos días a la estación de bombeo sin que esta esté operativa, por lo que, de no reaccionar con prontitud, puede originarse un problema de colapso en dicha estación.

La construcción de este tramo de saneamiento para dar servicio a esas siete viviendas de Lores supuso una inversión de 44.429 euros, de los cuales 40.660 fueron aportados por la Xunta a través del convenio rubricado con Augas de Galicia.

No obstante, José Varela, de Meaño Independiente, criticaba de forma agria el proyecto, tanto en el pleno de diciembre como en febrero, al entender que existían alternativas mejores que darían servicio a más vecinos y harían prescindir además de la estación de bombeo. Y es que esta estación supondría un coste añadido y de mantenimiento en el futuro, además de un riesgo medioambiental de vertidos al río por el aliviadero en el caso de una avería o corte de suministro eléctrico.

Varela demostró en la sesión de febrero, en base a un informe técnico, que existían dos opciones mejores para el trayecto de ese colector.