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El serpentonista cambadés Pablo Dopazo prueba su nuevo instrumento en Suiza

El instrumento artesanal está confeccionado en madera de nogal y recubierto en piel de ternera

El serpentonista cambadés Pablo Dopazo Gondar. // Iñaki Abella

El serpentonista cambadés Pablo Dopazo Gondar, único músico gallego y uno de los contados de España que emplean este instrumento, viajaba esta semana a Suiza, donde ayer miércoles conocía su nuevo serpentón, en el que llevaba meses trabajando el luthier Stephan Berger, uno de los dos únicos que en Europa que construyen este instrumento según los cánones empleados en el siglo XVI.

El maestro cambadés probaba in situ en los Alpes suizos, donde Stephan Berger tiene su taller, el nuevo instrumento. "Tras probarlo -apuntaba ayer Pablo Dopazo desde Suiza- hicimos en el taller los últimos retoques para ajustarlo". "En concreto -añadía- hubo que trabajar en la pieza en la que se inserta el tudel, y escoger una boquilla y un tudel nuevos, que se ajustaran más en pro de la afinación y de lograr un mejor sonido".

El instrumento artesanal, confeccionado en madera de nogal y recubierto todo él en piel de ternera, quedaba así listo para embalar, y con él viajaba ya el propio Pablo Dopazo de regreso a tierras gallegas. Más de tres meses empleó el luthier suizo en construir este serpentón, cuyo origen se remonta al siglo XVI, y que son hoy casi piezas de museo. "Habitualmente -explicaba Pablo Dopazo- Stephan Berger emplea unos dos meses en construir de su propia mano un serpentón por encargo, pero en este caso empleó más tiempo porque la pieza responde a una nueva generación de serpentones en la que está empezando a trabajar, y que lleva un interior más renovado que repercute en la calidad sonora".

El maestro cambadés tiene ya fecha para el estreno de ese nuevo serpentón en concierto. Será el próximo viernes 20 de abril en Valladolid, en el marco de un concierto de música sacra para serpentón y órgano que se celebrará en el monasterio de Santa María de Valbuena de Duero. En tierras arousanas la cita será para el verano en el auditorio de Vilagarcía, en concreto el 14 de julio con motivo de la segunda edición del concierto de música sacra que ofrecerán Banda Unión Musical de Meaño y Coro Liceo de Vilagarcía, repitiendo así el concierto de Semana Santa celebrado en el monasterio de Armenteira. Un concierto en que Pablo Dopazo más el percusionista meañés Diego Rosal y la soprano, también meañesa, Rosana Domínguez protagonizarán la primera parte del evento.

El serpentón es un instrumento inventado a finales del siglo XVI por un clérigo en la ciudad francesa Auxerre, y concebido en origen para acompañar los cantos litúrgicos en las iglesias, de ahí su vinculación con la música sacra. Durante casi dos siglos fue muy recurrido, tanto que prácticamente cada catedral de Francia contaba con un serpentonista para acompañar la liturgia. Con el paso del tiempo fue cayendo en desuso, siendo desplazado por instrumentos como el ophicleide, la tuba y el bombardino, que se ajustaban mejor a las necesidades sonoras de las orquestas. Fue en la segunda mitad de los años 50 del siglo XX que comenzó a recuperarse en países como Francia y Suiza, donde empezó a tocarse de nuevo, y el maestro francés Michel Godard lo puso en valor sobre todo a partir de los años 80.

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