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La disminución de capturas de caballa en Burela desplaza a la flota hacia Avilés

Los pescadores arousanos sostienen que la semana pasada alcanzaron sin dificultad los cupos individuales establecidos -En la actual pueden capturar 1.500 kilos por marinero

Barcos arousanos en plena captura de caballa en aguas de Burela. // FdV

La flota gallega desplazada al Cantábrico para pescar "xarda" (caballa) afronta los últimos días de actividad, y una parte de la misma ha decidido aprovecharlos al máximo desplazándose en busca de nuevos bancos, ante la disminución de capturas que parece haberse apreciado en la costa de Lugo.

La semana pasada fue buena en capturas para todos, pero el arranque de la actual no lo ha sido tanto, de ahí que buena parte de las embarcaciones que se encontraban faenando en aguas de Burela decidieran poner rumbo a Avilés, donde ya se encontraba el grueso de la flota.

Son 25 las embarcaciones de la provincia de Pontevedra participantes, ocho de ellas con puerto base en Cambados, siete censadas en el de O Grove, tres de Cangas, otras tantas de Baiona, dos de Aldán, una de Portonovo y otra de A Guarda.

Tras el último reparto de cuotas efectuado cada marinero enrolado a bordo puede pescar esta semana hasta 1.500 kilos de caballa, frente a los 2.000 que estaban establecidos durante la anterior.

Todo apunta a que volverán a casa la semana que viene, y lo harán con un sabor agridulce, ya que, por un lado, el mal tiempo reinante les está complicando en exceso la actividad -el riesgo es más que evidente en aguas cantábricas-, y por otra parte consideran que una mejor gestión de esta actividad podría haberles reportado mayores beneficios.

Desde uno de los barcos la titulación explicaba ayer que "en Avilés se está pescando mucho mejor que en Burela", de ahí que en la costa lucense ya solo queden "dos o tres" embarcaciones.

"Como ahora el tope es individual, de 1.500 kilos por hombre a la semana, cada uno decide lo que más le conviene, por eso no es fácil saber con exactitud cuándo volveremos a casa", explicaba ayer uno de los pescadores grovenses consultados telefónicamente.

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