El asesor jurídico del Ayuntamiento de Cambados ha vuelto a la actualidad en la última semana por dos motivos. En primer lugar, por su informe en contra de la convocatoria de la plaza de oficial de la Policía Local, lo que significó un gol por la escuadra para la alcaldesa, Fátima Abal, firme defensora del procedimiento. Apenas unos días después, el asesor llegó a su puesto de trabajo y se encontró con la cerradura de la puerta de su despacho cambiada. Cuando por fin le dejaron entrar para trasladarse a su nueva oficina, en el bajo cubierta, un funcionario estuvo con él mientras recogía sus cosas.

Rafael Riveiro llegó a Cambados en septiembre de 2009, para relevar a Norberto Uzal. Éste último había desembarcado en la localidad a principios de década de la mano del entonces alcalde, José Manuel Cores Tourís, y de Alfonso Rueda, que fue secretario municipal en Cambados, y que ya en aquella época era uno de los hombres fuertes de un PP que tenía en el horizonte la sucesión de Manuel Fraga.

La contratación de Norberto Uzal como asesor jurídico generó malestar en la izquierda, e incluso hubo un conato de polémica al trascender que había sido un cargo importante de Falange Española Independiente en los años 90.

Pero la carrera profesional de Uzal estaba lejos de Cambados, y tras estar en la cúpula de la federación gallega de municipios y provincias (Fegamp), Rueda le fichó en 2009 para el puesto de director general de Administracións Públicas. Pero antes de irse, Uzal dejó un heredero para el puesto: Rafael Riveiro. Éste llegó al Concello en septiembre, y pronto el BNG le puso en el centro de la diana también a él.

Entonces, los nacionalistas contaban con el argumento técnico de que el servicio municipal de Intervención ponía mes tras mes reparos al pago de las facturas que presentaba el asesor jurídico, pues pese a no formar parte de la plantilla municipal, sus servicios y liquidaciones eran regulares. Durante años, el Bloque pidió al PP que eliminase la plaza de asesor jurídico, al entender que su trabajo lo podía hacer el secretario. El entonces alcalde, Luis Aragunde, se resistió siempre, alegando que Cambados necesitaba imperiosamente esa plaza. Tanto es así que terminó convirtiendo al asesor jurídico en personal laboral.

Entre tanto, en 2014 Norberto Uzal volvió a ser noticia por su tempestuosa salida de la Xunta de Galicia. Faltaba poco para las elecciones municipales de 2015, en cuya campaña la ahora alcaldesa, la socialista Fátima Abal, centró buena parte de su campaña en la denuncia judicial de supuestas irregularidades administrativas cometidas por el grupo de gobierno.

Riveiro, por su parte, formó parte del grupo de trabajadores municipales que denunció a Aragunde por la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Poco después, Aragunde cedió el bastón de mando.

No se cuestiona el puesto

Una vez el cuatripartito llegó al gobierno de Cambados, nadie volvió a cuestionar públicamente la plaza del asesor jurídico. Aunque sí se cesó al arqueólogo (lo que obligó al Ayuntamiento a pagar 20.000 euros de indemnización), el puesto de Riveiro nunca estuvo en peligro, tal vez porque estaba blindado por su condición de personal laboral, o tal vez porque consideraron que era un puesto necesario.

Tan necesario que cuando hace unos meses se convocó por primera vez en varios años una oferta pública de empleo, la propuesta que llevó el gobierno a la reunión con los sindicatos incluía las plazas de tres auxiliares, cinco operarios, un auxiliar administrativo y la del asesor jurídico.

Pero los sindicatos se negaron a aceptar esta última, y ni siquiera había consenso en el gobierno, porque el BNG y Somos Cambados votaron en contra de convocar una plaza fija de asesor jurídico. De modo que a Fátima Abal no le quedó más remedio que retirar ese puesto de la oferta. Tiempo después vendría la denuncia de un policía contra el concurso del oficial, y el explosivo segundo informe de Riveiro, que contradecía el primero, y que según algunos le ha valido ahora el destierro.