El departamento de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia estudia la posibilidad de ejecutar de forma directa, con financiación de la línea Feder, la rehabilitación del puente de hierro sobre el río Umia de la Vía Verde do Salnés que reconvierte en paseo el trazado ferroviario en desuso entre los concellos de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas. La Administración autonómica también plantea hacerse cargo de la señalización del recorrido y de la adquisición del mobiliario.
El planteamiento fue dado a conocer por la subdirectora xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente en la reunión celebrada ayer en Santiago, en la que estuvieron presentes las concejalas portavoz del gobierno municipal de Vilagarcía, Tania García Sanmartín, y de Mobilidade Paola María Mochales, junto con el ingeniero municipal.
Las partes han visto bien esta posibilidad que solo está condicionada a que las actuaciones propuestas por la Xunta cumplan con los requisitos establecidos en las bases de la línea Feder. Una vez resuelta la financiación de los fondos europeos, los tres ayuntamientos implicados tendrán que firmar un convenio de colaboración con la Consellería.
El requisito de las obras financiadas a través de la línea Feder es que la entidad que gestiona los fondos se encargue directamente de contratar y ejecutar el proyecto, por lo que se tiene que concretar la parte a llevar a cabo.
La representación de la Administración autonómica comprometió en un principio una aportación equivalente al 35% del total de la financiación de la Vía Verde do Salnés.
Los técnicos de la Xunta quedaron, en la reunión celebrada ayer, en consultar si los tres puntos abordados: rehabilitación del puente de hierro sobre el río Umia, la señalización informativa de toda la senda y la adquisición de mobiliario, cumplen los criterios para la subvención europea.
El resto del proyecto de creación de la Vía Verde, aprovechando el trazado de la vía férrea en desuso, será financiado por la Diputación de Pontevedra, que otorgará una aportación similar a la de la Xunta de Galicia, y los Concellos de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, que también tendrán que firmar un convenio con el organismo provincial. A partir de ahí podrán sacarse a licitación los trabajos.
La vía verde do Salnés tendrá una longitud de 9,195 kilómetros. Partirá de Rubiáns, en el término municipal de Vilagarcía, para continuar por Godos, en Caldas de Reis, y acabar en la estación de Portas, en las inmediaciones de la vieja azucarera.
La actuación consistirá básicamente en el acondicionamiento de la plataforma por la que discurrían las viejas vías del tren y su conversión en una senda para uso peatonal y cicloturista, utilizando materiales acordes con el entorno.
El proyecto incluye equipamientos complementarios, como la adecuación de los accesos, la creación de miradores en las zonas en las que la senda se ensancha, y habilitación de áreas de descanso equipadas con señalización informativa y elementos auxiliares como bancos, mesas y papeleras.
También se prevé la construcción de pequeñas obras de drenaje y de reforestación.
Uno de los elementos que destaca en la ruta es el puente metálico sobre el río Umia, en el límite entre Caldas de Reis y Portas. Se trata de una estructura de 64 metros de longitud y 3 vanos que se considera un excelente ejemplo de la ingeniería ferroviaria de finales del siglo XIX.
El puente se acondicionará para el tránsito de personas y cicloturistas, con un entablado de madera pretratada.
