Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El patrón mayor grovense: "Tenían que darnos por lo menos dos semanas de trabajo"

O Grove es una de las poblaciones de las que sale un mayor número de barcos a pescar caballa en el Cantábrico. Su patrón mayor, Antonio Otero, participó él mismo en más de una de estas costeras. Y cuando a finales de febrero pasado los armadores afectados celebraron una asamblea para decidir los próximos pasos a dar, se hizo en O Grove. Otero es, por tanto, una persona que está siguiendo muy de cerca la campaña, a la espera de que Madrid se muestre algo más generoso con la provincia de Pontevedra. "Tenían que darnos por lo menos dos semanas de trabajo", arguye el presidente del pósito grovense, quien recuerda que el hecho de acudir a esta costera le supone a los armadores un gasto elevado.

Los ingresos de una embarcación pueden rondar los 8.000 euros a la semana, pero a este dinero hay que descontarle los salarios de cada uno de los tripulantes, su manutención y alojamiento durante el tiempo que están fuera, los gastos de combustible del largo desplazamiento al norte y de cada jornada de pesca, las retenciones de Hacienda, o los costes de amarre. Además, es necesario cambiar dos veces de arte de pesca -una antes de subir al Cantábrico y otra al regresar-, lo que implica la pérdida de varios días de trabajo. Por ello, Otero ya ha dicho en más de una ocasión que este año la pesquería dirigida de la "xarda" incluso podría acarrear más gastos que ingresos a determinados buques.

En un primer momento, la flota decidió quedarse en casa en la asamblea de febrero. Sin embargo, semanas después algunos armadores anunciaron que iban a reconsiderar su decisión, empujados también por la falta de capturas en este arranque de año, que está muy condicionado por los temporales. Además, temían que el órdago les saliese mal, y perder aún más cuota en 2019.

Compartir el artículo

stats