"La gente exige que el marisco sea de la ría y que el albariño tenga el sello de Rías Baixas". Ésta es la explicación que ofrece uno de los restauradores arousanos al ser preguntado sobre las preferencias de sus clientes.

Y no es el único, ya que en otros establecimientos explican que "el albariño tiene enorme salida entre los blancos, y nosotros lo trabajamos solo con la etiqueta de la Denominación de Origen".

Hay incluso cocineros que aseguran que "es el blanco perfecto para elaborar platos especiales", como también sugieren que "es indiferente si comes pescado, marisco o carne; si te gusta el albariño vas a pedirlo para acompañar todo tipo de platos".

Platos que, como explicaba FARO en los últimos días, tienen un rey indiscutible: el centollo. Y lo es "porque está en un momento óptimo de calidad y sabor", asegura Luis Padín Noya, de Marisquerías Solaina.

Lo mismo declaraban en otros negocios de la comarca, aunque bien es cierto que los de O Grove acaparan un interés especial porque se llenaron hasta la bandera durante el puente festivo. "Hemos trabajado como en agosto o como si estuviéramos en la Festa do Marisco", aseguran varios hosteleros.

Tanto es así que en un solo almuerzo "perdimos de atender veinte o treinta mesas más porque no teníamos sitio para situar a todos y ya no podíamos aceptar más reservas, y eso que trabajamos sin parar de 13.30 a 18.00 horas".

Lo cierto es que en algunos establecimientos se registraron colas a sus puertas, con comensales deseosos de poder encontrar mesa y saborear las diferentes viandas de la ría.

La aglomeración se apreciaba durante el puente en prácticamente todas las calles mecas y la zona portuaria.