Si se tiene en cuenta la incidencia de los temporales de las últimas semanas, el hecho se que se celebrara la Semana Santa -con la lógica reducción de jornadas laborables- y la desaparición de especies como el berberecho en la ría de Arousa, entre otros contratiempos, puede decirse que el arranque de año en las lonjas gallegas es aceptable, aunque eso sí, con un ligero descenso respecto al primer trimestre de 2017.

En el conjunto de las Rías Baixas el volumen de producto subastado cayó desde las 19.000 toneladas vendidas en enero, febrero y marzo de 2017 a casi 16.000 toneladas en los tres primeros meses de este año; y como los precios no subieron en exceso también bajaron los ingresos, concretamente de 58 a 54 millones de euros.

Una reducción que en realidad no es lo que parece, ya que en las cifras del trimestre finalizado ayer faltan todavía por incorporar los últimos datos de algunos puntos de primera venta. En cuanto esto suceda y el balance se eleve a definitivo los resultados de ambos trimestres se igualarán.

De hecho ya lo están en rías como Arousa, aún faltando esas últimas operaciones, por lo que en este caso más que en los demás puede hablarse de un arranque de año bueno para el sector, a pesar de los contratiempos.

La tendencia en las Rías Baixas es similar a la experimentada en el conjunto de Galicia, donde en este inicio de 2018 se subastaron 31.700 toneladas por importe de 103 millones de euros, frente a las 39.407 toneladas y 113 millones de euros del primer trimestre de 2017.

Abundando en lo anterior puede destacarse que las rulas de la ría arousana pasaron de 7.800 a 7.000 toneladas -hay que repetir que los de este año son datos aún provisionales-, pero los ingresos se mantienen exactamente igual, con 18 millones de euros tanto en el primer trimestre de 2017 como en el de 2018.

Este buen comportamiento se hace extensivo a Muros-Noia, que prácticamente se mantiene en 2.200 toneladas de producto y 5,5 millones de euros durante los dos periodos comparados.

Sin salir de las Rías Baixas, significativo resulta lo ocurrido en la ría de Pontevedra, aunque bien es cierto que sus cifras de negocio son siempre muy inferiores. Sus lonjas bajaron de algo más de mil toneladas a apenas 700, pero incrementaron sus ingresos para subir de 3 a 3,2 millones de euros.

Por último, la ría de Vigo subastó en este primer trimestre alrededor de 6.000 toneladas de mercancía para obtener por ello 27 millones de euros, mientras que en el primero de 2017 habían sido casi 8.000 toneladas y 31,5 millones de euros.

La lonja viguesa, lógicamente, es la de mayor facturación en las Rías Baixas, con 24 millones este año, seguida de Ribeira, con nueve, y O Grove con dos millones.