El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a su cita habitual con la Ruta da Pedra e da Auga, aunque en esta ocasión sus vacaciones no parecen las de otros años. Durante la mañana de ayer realizó la famosa ruta de senderismo que parte de Barrantes y que concluye en el monasterio de Armenteira, pero lo hizo a un ritmo mucho más relajado de lo que en él es habitual.

Ni siquiera siguió sus rutinas habituales de acercarse a visitar la iglesia, donde se rinde culto a la Virgen de las Cabezas, y de parar a desayunar en alguno de los dos bares que hay en la aldea de Meis. Tampoco quiso hacer declaraciones, después de que el lunes sí hablase en Sanxenxo sobre la situación en Cataluña. Su expresión era, si cabe, más preocupada que otras veces.

Rajoy caminó en compañía de dos de sus habituales compañeros, José Benito Suárez, que es el presidente del Puerto de Marín, y marido de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el vicepresidente de la Xunta, y máximo responsable del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda. Salieron de Barrantes sobre las 9 de la mañana, y llegaron a Armenteira en torno a una hora después. Rajoy llevaba dos dedos de su mano derecha vendados.

El presidente del Ejecutivo central estuvo a punto de suspender su viaje a Galicia debido a la delicada situación en Cataluña, con las fallidas investiduras en el Parlamento autonómico y la detención en Alemania de Carles Puigdemont, que ha derivado en cortes de carreteras y enfrentamientos callejeros.

Durante un tiempo, Rajoy valoró pasar el puente festivo en el palacio presidencial de Doñana, que le permitiría un traslado más rápido a Madrid en caso de emergencia, pero al final optó por Galicia ya que los informes policiales que le facilitaron no pronosticaban un agravamiento excepcional de la situación.

El presidente llegó a su piso de Sanxenxo el miércoles por la tarde, donde ya le esperaban desde hace unos días su mujer, Elvira Fernández, y sus dos hijos. Viajó desde Madrid en avión, y en la localidad arousana se reunió con su primo Enrique Rajoy, con el que dejó ver por el paseo marítimo de Silgar, camino del Club Náutico. Esa misma tarde hizo también la Ruta da Pedra e da Auga, y paró a tomar algo en un bar de Barrantes.

Está previsto que Rajoy esté en Galicia hasta el lunes, puesto que aunque su periodo de descanso finaliza el Domingo de Resurrección, al día siguiente visitará las obras en el tramo de la autovía A-57 entre Vilaboa y A Ermida.