La Consellería de Educación se comprometió a renovar las tuberías en mal estado del colegio de Carril a raíz de las alarmantes analíticas que demostraron que el agua contiene valores de hierro que superan el doble de lo legalmente permitido y por tanto no es apta para el consumo. Pero por el momento no se ha dado ningún paso. Ante esta situación, el grupo parlamentario de En Marea ha presentado una proposición no de ley en la Cámara de O Hórreo, denunciando "una situación que la Consellería ocultó y que después de ser conocida, lleva sin resolver una semana completa".
En el texto presentado por Ánxeles Cuña y Luca Chao se solicita a la Xunta que además de resolver "de forma inmediata los problemas de insalubridad que provoca la instalación de agua del centro escolar Rosalía de Castro de Carril y las obras urgentes que demanda la Anpa del colegio", incluya en los próximos presupuestos autonómicos "una partida suficiente para la construcción de un nuevo centro público en los terrenos del actual".
A la vista de los resultados de las analíticas del agua, la formación considera que la situación "es de enorme gravedad y fue consentida por la Consellería, que trató de engañar, o directamente engañó a la comunidad escolar sobre la imposibilidad de obtener con más premura el resultado de las analíticas, aduciendo problemas con el laboratorio encargado, una falsedad con la que pretende ganar tiempo y lograr un resultado satisfactorio, dejando la salud de los niños de segundo plato. Lamentable".
Responsabilidades políticas
En En Marea se preguntan quién es el responsable de que la salubridad del agua del colegio de Carril brillase por su ausencia durante los últimos años y reclaman que se depuren "responsabilidades políticas". "No puede ser que durante años se sometiese a esta comunidad escolar a unas condiciones de salud pública inadecuadas y que nadie dé explicaciones ni asuma la responsabilidad política de esta vergüenza", espetan desde el grupo de Luis Villares.
Recuerdan que la mala calidad del agua es la gota que ha colmado el vaso, pues con anterioridad los alumnos del CEIP Rosalía de Castro han sufrido otras deficiencias, como "los retrasos en la retirada del amianto, la chapuza de la modificación de los falsos techos, las reformas pendientes de los lavabos, las ventanas y la instalación eléctrica".
En cuanto a los aseos, la Consellería anunció hace unos días a través de un comunicado que la obra se ejecutaría en una segunda fase, puesto que se da prioridad a la renovación de las tuberías del suministro de agua del colegio.
