La familia de Ramiro Pazos ha sido una de las más damnificadas por el breve pero explosivo paso de "Hugo" por O Salnés. Suya es la casa cuya cubierta voló el viernes a media tarde.

En un primer momento taparon el hueco con un par de grandes lonas, pero Pazos explica que "rompieron durante la noche". De todos modos, "ya contábamos con eso, porque cogimos las primeras que encontramos", y ayer por la mañana en cuanto amaneció se pusieron de nuevo manos a la obra para colocar una lona mucho más resistente.

Se trata de las que se utilizan para el montaje de las carpas, y se han atado a sacos de cientos de kilos de peso para evitar que el viento la pueda levantar. "Tiene que aguantar por lo menos una semana, porque la que viene no se va a poder trabajar entre que parece que va a seguir el mal tiempo y los días festivos", aduce el afectado.

Una parte de la familia ha tenido que trasladarse unos días, mientras que la otra está viviendo en la casa que está junto a la afectada. Ramiro Pazos indica que por fortuna las primeras lonas del viernes aguantaron lo suficiente para soportar los chaparrones de la madrugada del sábado.

La cubierta que les voló estaba compuesta de paneles tipo "sandwich" que imitan la teja, pero el viento "levantó una viga de 300 kilos y tiró varias piedras con las varillas y el hormigón". "Yo estoy convencido de que fue un tornado".