Segunda jornada de trabajo y regreso a casa con los bolsillos vacíos. Los nuevos mariscadores que se incorporaron este año a la agrupación de a pie de Carril intentaron ayer sin éxito vender sus capturas en la lonja de Vilaxoán ante la imposibilidad de hacerlo en la carrilexa. El motivo de no poder subastar en la rula del sur vilagarciano los 70 kilos de almeja japónica y el medio de fina extraídos por los siete trabajadores en la playa Compostela fue precisamente la ausencia de un documento que confirmase el origen de los bivalvos.

Fuentes del pósito vilaxoanés explican que tanto la Xunta como "la cofradía saliente" pueden acreditar la procedencia de la mercancía, pero ante la falta de esa información "se rompe la trazabilidad del producto". Desde Vilaxoán advierten de que si permitiesen la subasta de ese marisco estarían incurriendo en una ilegalidad conforme a lo establecido en la Lei de Pesca de Galicia.

Por su parte, la Consellería do Mar achaca al pósito carrilexo la responsabilidad de no haber certificado el origen de las capturas de los siete nuevos mariscadores. "No pudieron vender en la lonja de Carril debido a que la cofradía se lo impidió. No les expidió el documento de origen de su mercancía, obligatorio para poder vender", sentencia el departamento que dirige Rosa Quintana.

Agregan que el Servizo de Gardacostas expidió un acta en la que "se hacían eco del problema, derivándolos a Vilaxoán para poder vender en esa lonja". Según el relato de la Consellería, allí se recepcionaron las capturas, pero rechazaron subastarlas "al entender que el acta de Gardacostas no certificaba la procedencia del producto". Así lo confirman los propios mariscadores, que el informe de los vigilantes de la Xunta no recogía que la almeja había sido extraída de la playa Compostela.

Ante la imposibilidad de subastar los moluscos por segunda jornada consecutiva, la Consellería propone a los mariscadores dos opciones para los próximos días: les autoriza a cada uno de ellos a elaborar los documentos de origen en papel o bien pueden comunicar a Gardacostas "con antelación donde van a mariscar para que [esos vigilantes de la Xunta] estén en disposición de certificar el origen y así poder vender donde quieran".

No hace falta ser socio

Desde la Consellería do Mar aseguran que no es necesario ser socio de una cofradía para poder vender en la lonja de esa localidad. Por tanto la Xunta tumba los argumentos esgrimidos por el pósito carrilexo ante los nuevos mariscadores, según la versión de estos.

Dos de ellos son socios porque cambiaron su actividad de parquistas a mariscadores. Los otros cinco presentaron un escrito en el pósito solicitando ser socios del mismo, pero están a la espera de que los órganos de gobierno autoricen esa petición, según explican ellos mismos.

El marisco que ayer no pudieron subastar en Vilaxoán quedó guardado en la cámaras de esta lonja para poder ser vendido hoy con el correspondiente certificado de origen.

Al igual que ocurrió el lunes, los siete mariscadores (todos ellos con su correspondiente Permex) solicitaron sin éxito el código de venta en la lonja de Carril. Como no se lo proporcionaron, con autorización de la Consellería se fueron a la rula de Vilaxoán, donde sí les expidieron ese código, presentando su carné, su número de cuenta y su permiso de explotación. El problema fue la ausencia del certificado de la procedencia de las capturas.