El emisario de aguas pluviales que discurre bajo la playa de O Campanario (Bamio) ha vuelto a desbordar. Los vecinos se encontraron estos días con agua saliendo a borbotones a la superficie, creándose un riachuelo que desciende por el arenal y que se puede ver perfectamente en horas de bajamar.

Esta canalización subterránea depende de Costas y ya dio problemas el año pasado. Desde el Concello de Vilagarcía apuntan que hoy por la mañana técnicos municipales y del organismo estatal acudirán a la playa de Bamio para analizar in situ lo que está ocurriendo y por tanto tomar las medidas oportunas con el objetivo de frenar el vertido. Fuentes municipales aseguran que son aguas pluviales, por tanto no contaminan el medio ambiente. Se trata de un riachuelo que baja desde la zona de la iglesia parroquial hasta desembocar en el mar a través de una canalización subterránea.

Pendiente de lo que hoy determinen los técnicos con su visita a la zona del derrame, desde el Concello sospechan que el emisario que discurre bajo la arena podría haberse atascado debido a esta última temporada de fuertes lluvias, por lo que el agua ha salido a la superficie.

La posible avería en la canalización ha llamado la atención de los vecinos y usuarios del arenal. Uno de ellos dio aviso a una patrulla de la Policía Local que pasaba el domingo por el lugar, pero no será hasta mañana cuando los técnicos se acerquen al lugar. Fue el Concello el que dio aviso a la Jefatura Provincial de Costas de que el emisario estaba vertiendo al arenal.

Con Bandera Azul

Los últimos temporales no solo han podido atascar el riachuelo que discurre canalizado bajo la playa, sino que también han provocado la pérdida de una buena cantidad de arena en la zona de baño.

La de O Campanario es una de las dos playas de Vilagarcía que luce Bandera Azul. El Ayuntamiento ha vuelto a solicitar a Adeac (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor) los distintivos de calidad para O Campanario y O Preguntoiro (Vilaxoán), puesto que la playa urbana del municipio, la de A Concha-Compostela (en la que actualmente se está sustituyendo el pavimento del paseo marítimo), no reúne los requisitos para aspirar a la Bandera Azul. Sus aguas han obtenido la calificación de "excelente" durante dos años consecutivos, pero necesitan esta misma nota otros tres ejercicios seguidos. De conseguirlo, el Concello de Vilagarcía podría presentar la candidatura para 2021.