La empresa Cobre San Rafael está desde hace meses en el ojo del huracán, por tratarse de la impulsora de un proyecto minero en las localidades de Touro y O Pino al que se oponen de forma rotunda cofradías de pescadores, agrupaciones de mariscadores y mejilloneros.

Los sectores productivos entienden que pueden verse seriamente afectados por la actividad minera, ya que consideran que cualquier problema en el entorno afectaría directamente al río Ulla, que a su vez es el principal aporte hídrico de la ría arousana.

Pero ahora que se impulsa el proyecto de investigación para evaluar la calidad de las aguas en el Ulla y Arousa, en la empresa minera y el CSIC detallan que Cobre San Rafael "promueve la reactivación de la producción de cobre en la mina de Touro mediante un proyecto minero y de restauración medioambiental".

Se trataría de "quince años de una operación minera responsable y comprometida con el medio ambiente, implementando las últimas tecnologías del sector", aseguran.

En la empresa detallan que "mediante minería de transferencia vamos a restaurar la mina de forma paralela a la explotación, por lo que no se dejarán huecos mineros al final de la misma, sino superficies limpias, seguras y reintegradas en el paisaje, listas para su aprovechamiento en desarrollos alternativos". Asimismo, va a hacerse "operando en circuito cerrado y con vertido cero, y sin utilizar sustancias tóxicas ni peligrosas". Es, sentencian, "un proyecto minero que supone una gran oportunidad de dinamizar social y económicamente la comarca, y es perfectamente complementario con otras actividades que ya se llevan a cabo en el entorno, dando empleo directo a 400 personas que serán mayormente del entorno más cercano".