Las últimas analíticas realizadas en el colegio de Carril demuestran que el agua contiene valores de hierro que superan el doble de lo legalmente permitido y por tanto no es apta para el consumo. Tras los demoledores resultados, ayer por la mañana el delegado de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, telefoneó al alcalde de Vilagarcía para comunicarle que las obras para renovar las tuberías en el centro educativo carrilexo tendrán "carácter prioritario y urgente". Por la tarde fue el propio conselleiro de Educación, Román Rodríguez, el que se ponía en contacto con Alberto Varela para trasladarle "la intención de la Consellería de buscar una solución urgente para resolver el problema de la calidad del agua en el CEIP Rosalía de Castro", informan desde Ravella.

Los valores máximos permitidos para garantizar la salubridad del agua se sitúan en 600 microgramos de hierro por litro de agua. En una de las analíticas esos parámetros ascienden a 1.293 y en otra a 1.440, lo que supone más del doble de lo legalmente permitido, "con el añadido de que tal cantidad de hierro bloquea la acción del cloro, de ahí que los análisis certifiquen la ausencia de desinfectante residual", explican desde el Concello de Vilagarcía.

Las analíticas fueron realizadas por la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia, basándose en muestras tomadas en febrero y marzo. Los resultados del primer análisis fueron remitidos al Concello vía fax el viernes por la tarde, y los de marzo ayer por la mañana. Así, el alcalde, Alberto Varela, llamó a la asociación de padres y madres de alumnos del colegio para trasladarles esos datos e informarle de los pasos a seguir.

Peor dentro del centro

Por su parte, la Consellería de Educación confirma que los resultados "dan una elevada presencia de hierro en el interior del centro, aunque también en algunas acometidas exteriores". "Aún así, los técnicos de Sanidade matizan que los niveles son superiores en el interior del colegio, lo que evidencia la necesidad de cambiar las tuberías por las que circula el agua de la traída", apuntó el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís.

La Consellería anuncia que las obras ya están siendo evaluadas por los técnicos de la Jefatura Territorial de Educación en Pontevedra y que se harán "por emergencia". "Consistirán en la sustitución de las canalizaciones que se encuentran en mal estado. Por su parte, el Concello aprovechará estas obras para retirar las tuberías de fibrocemento ubicadas en la entrada del colegio", sostienen desde Educación.

Por el momento la Jefatura que dirige César Pérez Ares mantiene en el CEIP Rosalía de Castro (Carril) la prohibición de beber agua del grifo con el objetivo de "garantizar la seguridad de la comunidad educativa". "Se seguirá suministrando agua embotellada a los alumnos", declaran desde la Xunta. No obstante es el Ayuntamiento el que se está encargando de enviar el agua de botella al colegio.

En lo que respecta a los aseos del centro, los cuales se encuentran en un estado lamentable ya denunciado por los padres de los escolares, la Consellería de Educación indica que el delegado territorial y el alcalde "acordaron colaborar" para acometer esta reforma en una segunda fase. La primera consistirá en la sustitución de la viejas canalizaciones por unas nuevas para garantizar la salubridad y potabilidad del agua. Es la obra más urgente y prioritaria, tanto para las administraciones como también para la comunidad educativa. Desde el Concello recalcan que "no se trata de una mera cuestión de mantenimiento de un colegio, sino de un problema de salud pública".