Visto para sentencia. Después de varias sesiones, aplazamientos y suspensiones, ayer se dio por finalizada la vista oral del juicio a dos agentes de la Guardia Civil, Javier L. S y Diego F. C., que están acusados de filtrar miles de documentos e información confidencial del Equipo contra el Crimen Organizado de Pontevedra (ECO Galicia) a grupos de narcotraficantes a los que investigaban.
La sesión finalizó con la exposición de los informes definitivos por cada una de las partes, en la que la Fiscalía elevó a definitiva su petición de once años de prisión para los dos guardias civiles acusados de un delito continuado de revelación de secretos en concurso medial con un delito de encubrimiento y de un delito contra la intimidad cometido por funcionario público.
La fiscal del caso, Marta Durántez, añadió una calificación alternativa en el caso de uno de los dos agentes procesados, Diego F.C., que reduciría la pena a cuatro años y medio de prisión.
También mantuvo la acusación para un civil, vecino de Vilanova, investigado por estos hechos, Juan Carlos S.N. para quien en su escrito solicitaba una pena de siete años de prisión.
El Ministerio Público sostiene que esta persona era el "enlace" entre los dos agentes y los grupos a los que facilitaban información declarada secreta y confidencial sobre investigaciones en curso o sobre los integrantes del propio ECO.
Además de los informes, la última jornada del juicio sirvió para que el tribunal escuchase a un perito informático que en su declaración puso en duda el mantenimiento de la cadena de custodia del material decomisado en este operativo a los procesados, algo que rechazó la fiscal.
En su intervención, la Fiscalía volvió a insistir en la tesis que ya defendió en su escrito de acusación al sostener que los dos agentes revelaban información confidencial a los narcos que llegó a frustrar un total de cinco operaciones contra el tráfico de estupefacienes a gran escala. Alguna de ellas dirigidas a desarticular organizaciones que introducían toneladas de droga a través de contenedores.
Dos mil archivos
Entre el material incautado y que, según la Fiscalía, fue sustraido por los agentes para facilitárselo a los narcos había información sensible pero no solo de operaciones en marcha, sino datos confidenciales sobre la filiación de los propios agentes del ECO, sobre los vehículos camuflados de la Guardia Civil o sobre los confidentes que tenían los investigadores, por lo que se puso en peligro también a estas personas.
En total, se calcula que unos dos mil archivos con información confidencial salieron de la oficina del Equipo contra el Crimen Organizado ubicada en la Comandancia de Pontevedra, sin que ninguno de los dos acusados, dice la fiscal, pudieran explicar de forma coherente la razón por la que se encontraban en su poder y en el ordenador particular de uno de ellos en su casa.
la investigación de este caso fue realizada, en su día, por agentes de la Guardia Civil de Madrid, que se encargaron de detener a los dos acusados que se sentaron en el banquillo.
