Cada vez que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hace pública una nueva estadística aparecen nuevos argumentos a favor de la creación del cuarto juzgado en Vilagarcía. Ayer se dieron a conocer los datos de violencia contra la mujer durante 2017, y si bien en el caso de los juzgados de la capital arousana bajaron las denuncias con respecto al año anterior, han aumentado el número de casos que están pendientes de resolución. Un nuevo ejemplo de que cuando los expedientes se acumulan sobre la mesa por falta de medios humanos y materiales, los principales perjudicados son los ciudadanos, incluso en asuntos tan sensibles como la violencia machista.

Así, en 2016 los tres juzgados de Vilagarcía registraron 174 asuntos penales por violencia de género, y al término del ejercicio habían resuelto 192 -hay que contar con que en algunos casos se dictan sentencias de asuntos de años anteriores- de modo que a 31 de diciembre solo quedaban pendientes de resolución 28. Sin embargo, el CGPJ apunta que el curso pasado las cosas no fueron tan bien.

Así, se ingresaron menos asuntos penales (162), pero solo se logró resolver 144. El balance a final de año de denuncias pendientes de resolver era peor, pues todavía quedaban 46 casos sobre la mesa.

Los funcionarios judiciales de Vilagarcía y la clase política local llevan años demandado la creación de un cuarto juzgado en la ciudad. Alegan que los tres existentes en la actualidad son insuficientes para tramitar con la suficiente celeridad los asuntos que entran en un partido judicial que comprende otros municipios, como Vilanova o A Illa. Pero esa petición ha chocado una y otra vez contra la Xunta de Galicia y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que optaron por pedirle al Ministerio de Justicia la creación de nuevas unidades judiciales en las grandes ciudades gallegas.

No obstante, el "atasco" en una materia tan sensible como es la violencia de género no es un problema exclusivo de Vilagarcía. La prueba es que en Cambados cerraron el año pasado con cuatro veces más casos pendientes de sentenciar que en 2016.

154 denuncias

En Cambados, el juzgado encargado de los asuntos de violencia contra la mujer tramitó durante 2017 un total de 154 denuncias. La cifra es muy similar a la de 2016, pues aquel año habían sido 152, entre las 148 registradas por casos nuevos, y las cuatro investigaciones reabiertas. No obstante, el trabajo judicial se ralentizó, pues se resolvieron 127 expedientes -por 150 el año anterior-, con lo que a 31 de diciembre quedaron pendientes de sentencia 37 procedimientos, cuando en 2016 solo habían sido 10.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) hizo públicos estos días mientras siguen sucediéndose las actividades en contra de la violencia contra la mujer y a favor de la igualdad de género. Ayer, en Cambados, la artista burgalesa Elisa Villaverde llevó a cabo una "performance" ante una treintena de estudiantes del colegio salesiano La Mercé, en Cambados.

El acto, organizado por la Diputación de Pontevedra, forma parte del proyecto "Mulleres en acción, Violencia zero", y la presidenta provincial, Carmela Silva, aludió al incremento de las denuncias por malos tratos.

También en Caldas

En el partido judicial de Caldas, la situación es similar a los de Cambados y Vilagarcía. Las denuncias disminuyeron, pero la resolución se ralentizó. Así, en 2017 ingresaron 86 asuntos por violencia machista, frente a los 112 del año anterior. Sin embargo, se dictaron menos sentencias: 70 en 2017, frente a las 111 de 2016.

Eso implica que a fin de año han quedado sobre la mesa más asuntos pendientes de fallo. Según las estadísticas del Poder Judicial, a 31 de diciembre de 2016 quedaban sin resolver en Caldas 29 denuncias, pero un año después esa cifra se disparó a 45.

Un aspecto a tener en cuenta igualmente es que en unas pocas ocasiones, los casos que quedan a la espera de sentencia han sido tramitados como diligencias urgentes, y requieren por lo tanto una respuesta judicial más rápida si cabe. En Vilagarcía, en 2017 quedaron pendientes cinco, frente a las cuatro del año anterior. Una vez más, el balance es negativo, ya que el de Vilagarcía es el partido judicial de toda Galicia con más diligencias urgentes por violencia de género pendientes de resolución.

El segundo de Galicia es el otro partido judicial de O Salnés, el de Cambados, donde dejaron pendientes dos diligencias urgentes por maltrato. En Caldas, finalmente, no se tramitó ningún caso por esta vía no el año pasado ni durante el anterior.

Las estadísticas oficiales hacen hincapié, igualmente, en que un gran número de las denuncias por malos tratos que llegan a los juzgados no son promovidas por las víctimas, sino por otros órganos, como por ejemplo la Guardia Civil, la Policía Nacional, las policías locales, o los centros sanitarios.

En Cambados, por ejemplo, el año pasado tramitaron 98 denuncias presentadas por las víctimas y 56 llegadas a los juzgados por otras vías, mientras que en Vilagarcía hubo 100 denuncias presentadas por las víctimas, y 62 llegadas por otros medios. En conjunto, los tres partidos judiciales con municipios del área de influencia de O Salnés registraron menos denuncias que en 2016, cuando la tendencia tanto a nivel de España como de Galicia es de que aumenten.

Acto en Cambados

Elisa Miravalles (Burgos, 1987) puso en escena durante la mañana de ayer en Cambados "Extrema presenza", una performance que forma parte del programa de la Diputación "Mulleres en acción, Violencia zero". En ella, propone una reflexión sobre el amor y la dependencia emocional.

"Mulleres en acción, violencia zero" es un proyecto de la Diputación que propone sensibilizar a los jóvenes en la necesidad de lograr una sociedad igualitaria entre sexos. Para ello, utilizan acciones artísticas desarrolladas por mujeres. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y la alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, participaron en el acto, que tuvo lugar en el salón José Peña. La primera propuso una reflexión sobre el "techo de cristal" que impide el acceso de las mujeres a los puestos directivos. Así, a modo de ejemplo apuntó que aunque el 52 por ciento de los jueces de España son mujeres, solo hay dos magistradas en el Tribunal Constitucional, y ninguna en el Supremo.