La reunión de los alcaldes de Vilagarcía, Alberto Varela, de Caldas, Juan Manuel Rey, y de Portas, Víctor Estévez, con la directora xeral de Patrimonio Natural, Ana Díaz, despejó el proyecto de financiación para llevar a cabo las obras de la Vía Verde do Salnés, con el fin de recuperar para el senderismo y el uso de la bicicleta el antiguo trazado del ferrocarril entre estos tres municipios. La Xunta de Galicia llevará a cabo un tramo de este trazado, con contratación de obras de forma directa, en tanto que la Diputación acometerá la otra parte en colaboración con los ayuntamientos. En total, se estima que la ejecución del proyecto tendrá un coste de 565.533 euros.

Para hacer realidad esta primera "Vía Verde" íntegramente gallega solo falta que se formalicen los convenios de colaboración con la Xunta de Galicia y con el ente provincial.

Según explicó la directora xeral de Patrimonio Natural a los regidores, la Consellería de Medio Ambiente pretende financiar su parte de este trazado a través del programa europeo Feder. Para justificar la subvención ante los organismos europeos, la Xunta de Galicia debe licitar directa, e individualmente, la parte de la obra que financiará. El resto del proyecto podría licitarlo directamente la Diputación de Pontevedra con participación de los concellos.

La formalización de los convenios de colaboración son los únicos trámites administrativos que quedarían para poder iniciar las obras en base al proyecto redactado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles para la creación de la senda peatonal y ciclista aprovechando el trazado ferroviario en desuso entre Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas. De hecho, la compañía ferroviaria Adif ya retiró los viejos raíles del tramo que se va a convertir en la Vía Verde do Salnés.

Los alcaldes confían en que la ejecución de este proyecto pueda iniciarse este año, aunque ahora dependerá del tiempo que empleen tanto la Xunta de Galicia como la Diputación de Pontevedra en sacar a concurso los tramos. En realidad, las obras son sencillas y en ellas se emplearán unos meses.

El proyecto

El trazado suma un total de 9.195 metros, que se reparte entre los 1.795 metros que discurren por Vilagarcía, en la parroquia de Rubiáns, 4.917 por Caldas de Reis y 2.483 metros en Portas.

Esta senda va desde el lugar vilagariano de Abelle (parroquia de Rubiáns) hasta la estación de Portas, en las inmediaciones de la vieja azucarera. Destaca en su itinerario el puente de hierro sobre el río Umia, considerado como una de las grandes obras de la ingeniería ferroviaria del siglo XIX.

La actuación consistirá básicamente en el acondicionamiento de la plataforma por la que discurrían las viejas vías del tren y su conversión en una senda para uso peatonal y cicloturista, utilizando materiales acordes con el entorno.

El proyecto técnico incluye equipamientos complementarios, como la adecuación de los accesos, la creación de miradores en las zonas en las que la senda se ensancha, y habilitación de áreas de descanso equipadas con señalización informativa y elementos auxiliares como bancos, mesas y papeleras. También se prevé la construcción de pequeñas obras de drenaje y de reforestación en todo el trazado.

Uno de los elementos que destaca en la ruta es el puente metálico sobre el río Umia, en el límite entre Caldas de Reis y Portas. Se trata de una estructura de 64 metros de longitud y 3 vanos que se considera un excelente ejemplo de la ingeniería ferroviaria de finales del siglo XIX.

El puente se acondicionará para el tránsito de personas y cicloturistas, con un entablado de madera pretratada.

Dado que la vía verde do Salnés cuenta con numeroso cruce de otras vías a lo largo de su trazado se estudia la instalación de elementos que impidan el acceso de vehículos a la senda peatonal.

También se acondicionarán y señalizarán caminos que permitan a los peatones o ciclistas acceder a la vía verde por distintos puntos de su trazado, de forma que no sea preciso comenzar el recorrido por sus extremos.

Otro de los elementos de interés que destacan los redactores del documento técnico son la antigua azucarera de Portas, que califican como un "claro ejemplo de patrimonio industrial", así como construcciones de relevancia arquitectónica y de encanto singular como el Pazo de Rubiáns y sus jardines de camelias reconocidos como de "excelencia internacional"; así como numerosos rincones y construcciones históricas de las comarcas de Salnés y Caldas en la provincia de Pontevedra.