Antonio Cacabelos es un vecino de O Grove que ayer quiso observar de cerca el delfín común varado el día anterior en la playa de Virxe das Mareas, donde Roberto Dasilva lo sacó del agua y lo puso a buen recaudo, sobre la rampa, a la espera de que se le practique la necropsia y el Concello asuma su eliminación. El primero de ellos, como hacen otros ciudadanos de la zona, advierte de que "si estos animales no se retiran rápido empiezan a descomponerse y el olor es insoportable".