La flota de Cambados puso ayer el punto y final a una campaña de la vieira atípica, pero que deja varias posibles lecturas de cara al futuro. La positiva, que la cofradía tiene medios y capacidad para asumir todo el proceso productivo, desde la extracción hasta la comercialización, pasando por la depuración, la evisceración y el envasado. Pero también hay una lectura negativa, y es que la ría da síntomas de agotamiento.

En la presente campaña se extrajeron apenas 62 toneladas de marisco, pero sumando el extraído en la ría de Arousa con el aportado por los barcos de Bueu. Sin estos últimos, la flota de Cambados probablemente no habría llegado ni a las 60 toneladas, lo que significaría una de las peores temporadas de vieira en lo que va de siglo.

La campaña empezó a mediados de enero, y terminó ayer, aproximadamente mes y medio después. El último día también fue atípico, ya que acudieron pocos barcos a faenar debido al mal tiempo en el mar.

En números redondos, el periodo de extracción recientemente terminado es uno de los peores de la historia en la ría de Arousa, y rompió la tendencia positiva que se había experimentado en el otoño-invierno de 2016-2017. Así, las poco más de 60 toneladas extraídas en los últimos meses entre Cambados y Bueu se quedan muy lejos de las 75 de la campaña anterior.

Ya hubo otros ejercicios en los que se rondaron las 60 toneladas, como fueron el de 2015-2016, 2010-2011 o 2011-2012. En cualquier caso, lo que parece quedar claro es que es impensable ya regresar a los niveles de hace una década. Entonces, por ejemplo, se capturaron más de 200 toneladas de vieira en la ría de Arousa entre finales de 2005 y principios de 2006. Y entre 2009 y 2010 se extrajeron 133 toneladas.

Pero entonces la vieira en la ría de Arousa era un recurso prácticamente "virgen", habida cuenta de que en los años 90 empezó a detectarse en este marisco la toxina amnésica (ASP), y la Xunta de Galicia prohibió su extracción durante varios años. En la actualidad, sin embargo, el recurso parece acusar el desgaste de más de 15 años de extracción, que en algunos casos se realiza entre noviembre y marzo.

Pero la vieira es un recurso estratégico para la cofradía de Cambados, tanto a nivel económico como cultural. Sobre esto último, se trata de uno de los mariscos más vinculados a la localidad -que podría considerarse la "capital" gallega de la vieira, por número de embarcaciones dedicada a ella y capturas-, y al que le dedican a mediados de julio una importante fiesta de exaltación.

Desde el punto de vista económico, es una fuente de ingresos importante para muchos armadores. A modo de ejemplo, en 2010 generó a los pescadores más de medio millón de euros en concepto de ingresos por la venta de este marisco, que entonces se cotizaba en la lonja de Tragove a 3,90 euros el kilo. Este año, sin embargo, la facturación en la rula este año rondó los 300.000 euros debido a que se pescó mucho menos, y eso a pesar de que los armadores llegaron a cobrar 5,50 euros por cada kilo de vieira.

Una campaña atípica

La presente ha sido una campaña de vieira atípica por varios motivos. Para empezar, porque no empezó a finales de otoño, que es la época en la que se dispara la demanda de este marisco debido a la proximidad de las fiestas de Navidad. Los barcos sí podrían haber salido a pescar, dado que la toxina amnésica había bajado lo suficiente para faenar, pero se decidió esperar unas semanas porque el marisco que aparecía en los muestreos era demasiado pequeño.

Terminadas las fiestas, el comienzo de la extracción no estuvo exento de tensión. Desde hace unos años existe una empresa llamada Porto de Cambados, que es la que gestiona la extracción, evisceración y comercialización de la vieira. Cuenta con tres socios, de los cuales la cofradía es el principal, mientras que otro de ellos, Mariscos Veiro, se encargaba de la evisceración en su planta de Tragove.

Sin embargo, esta temporada la cofradía empezó a eviscerar en su propia planta multiusos, ubicada también en el principal puerto cambadés. Se trata de un edificio que llevaba cerrado varios años, pero que no había entrado en funcionamiento porque estaba vacío por dentro. No obstante, el pósito sí logró equiparlo a finales del pasado año gracias a una inversión de más de 170.000 euros propiciada por los Grupos de Acción Local Pesqueira (GALP) de la ría de Arousa.

Así las cosas, la evisceración se mudó a la planta de la cofradía, con lo que Porto de Cambados se ahorró el porcentaje que se quedaba Veiro por el proceso de evisceración, y subió hasta 75 céntimos por kilo la cantidad que pagaba a los armadores. Sin embargo, Veiro siguió siendo socio de la empresa y siguió tratando la vieira, al comprársela a los barcos de la ría de Pontevedra -principalmente de Bueu-, los primeros días de su campaña. Entre los dos compradores, desde la ría de Pontevedra enviaron unas 12 toneladas.