Silvino Manuel Molinos Vidal falleció el martes, a los 59 años, víctima de una de esas enfermedades que muy pocos consiguen superar. Nacido en el municipio coruñés de Serra de Outes se instaló en O Grove hace décadas. Trabajó como funcionario y desempeñó un papel fundamental en la Festa do Marisco.

Hace apenas cuatro meses, en plena celebración de este acontecimiento gastronómico, FARO DE VIGO ya daba cuenta de que Manuel Molinos estaba de baja por enfermedad y de que por primera vez en las dos o tres últimas décadas iba a perderse el evento por el que tanto luchó, y del que fue parte activa, encargándose del sistema informático y del puesto de expedición de tickets.

En aquella ocasión el alcalde meco, José Antonio Cacabelos Rico, le transmitía "un mensaje de apoyo" en nombre de todo el pueblo y anunciaba que durante la fiesta habría algún acto especial dedicado a Molinos.

Aunque tampoco es que le hicieran mucha gracia este tipo de reconocimientos. El funcionario grovense sabía que su enfermedad era excesivamente grave, irreversible, y eso lo frenaba a la hora de hacer planes a medio plazo.

Confesaba a FARO sus ganas de seguir luchando y se mostraba dispuesto a no darse por rendido, aunque también se pronunciaba como tantas otras veces había hecho, de forma realista.

Ayer el alcalde volvió a pronunciarse, esta vez para dar el pésame a familia de Molinos y decir que era "un día duro " para los grovenses, y sobre todo para los trabajadores del Concello.

Antes de anunciar que la Administración local fleta un autobús para que los vecinos puedan viajar hoy al entierro -arranca a las 14.30 horas frente al consistorio-, Cacabelos destaca que Molinos "llevaba con nosotros desde los años ochenta; durante muchos años ejerció como interventor accidental, siendo máximo responsable de las finanzas, y durante dos décadas estuvo estrechamente ligado a la Festa do Marisco, ocupándose de las cuentas y las cajas del evento".

Su fallecimiento, reconoce el regidor, "causó un gran impacto hoy (ayer para el lector) entre sus compañeros".

Aquellos que quieran darle un último adiós pueden asistir al entierro que se celebra esta tarde. A las 16.30 horas se trasladan los restos mortales desde el tanatorio de A Rasa, en Noia, hacia la iglesia de Santa María de Entines, en Serra de Outes, donde a las 16.45 horas se oficiará un funeral antes de proceder al entierro del grovense de adopción en el propio cementerio parroquial outense.

Manuel Molinos Vidal, al que gustaba conocer mundo, emprende así su último y más largo viaje; uno sin billete de retorno. Pero no cabe duda de que aunque no esté presente seguirá en la mente de muchos vecinos y este trabajador de la "casa grande" formará parte para siempre de la historia de esta localidad arousana.