Un centenar de jubilados y pensionistas, junto a los delegados del sindicato CIG, celebraron ayer en la céntrica rúa de Castelao de Vilagarcía una concentración en protesta por la subida del 0,25% de las pensiones que califican de miserable frente al aumento del IPC del año parado que fue del 1,2%. También aprovecharon para la recogida de firmas en apoyo a un escrito que enviarán a la ministra de Empleo para expresar su malestar por la medida del Gobierno.

"Estamos saliendo en todo el país con el colectivo de jubilados y pensionistas del sindicato para poner en conocimiento de la sociedad en general el problema de las pensiones. Nos parece ridículo que estos días se hable de quien apoya o no los Presupuestos del Estado cuando el Gobierno aprobó, ya pactado, el incremento del 0,25% de las pensiones, siendo el IPC del año pasado el 1,2%. Esto ya lleva consigo la pérdida del poder adquisitivo por parte de los jubilados, pero no solo hay que culpar de esto al Partido Popular sino a la mayoría parlamentaria que se lo permite", declaró ayer el secretario comarcal de CIG en Arousa, Xoán Xosé Bouzas Aboi.

El sindicalista denunció que "la política de las grandes patronales y de la banca lo que lleva es a que todos contratemos planes de pensiones privados para financiar a las grandes corporaciones financieras. Entendemos que el sistema público de pensiones tiene que ser universal, para que todo el mundo tenga derecho. Si cotizamos durante toda nuestra vida laboral, lo que pedimos es que al finalizarla, tengamos una pensión digna".

Los delegados de CIG en Arousa aprovecharon para la recogida de firmas entre los vilagarcianos en apoyo de la carta que enviarán a la ministra de Empleo y Seguridad Social para expresar el rechazo de los pensionistas y jubilados a la política de subida de las pensiones en el 0,25%.

"A nivel gallego también denunciamos que como nuestros salarios son más bajos que la media nacional, las pensiones son aquí mucho más bajas. Esto lleva consigo la contratación eventual, con contratos a tiempo parcial sobre todo en trabajos muy feminizados como la conserva o la limpieza, y la hostelería, donde van a quedar pensiones de miseria", puntualizó el sindicalista Bouzas Aboi.

El responsable comarcal de CIG expuso un caso curioso que atendió la asesoría del sindicato el pasado lunes en relación a la tramitación de una pensión.

Según Xoán Xosé Bouzas, un trabajador de Vilagarcía con 42 años y medio de trabajados y cotizados, es obligado a jubilarse anticipadamente porque no tiene más trabajo, a los 60 años y seis meses, y le queda una pensión de 540 euros. Con este dinero no puede vivir una familia.

"Esto es totalmente injusto, por lo que saldremos a la calle todas las veces que sea necesario para denunciar esto que nos parece un robo. Estamos muy indignados con las políticas del Partido Popular y de la oposición que no hacen nada por revertir este sistema, y es posible", puso de manifiesto el responsable comarcal de CIG.