Por municipios, Vilagarcía, con una población que ronda los 38.000 habitantes en la actualidad registra un promedio de 264 nacimientos anuales y 324 defunciones, lo que representa un saldo vegetativo negativo de 59 personas.
La diferencia con el año de referencia inicial del IGE, a saber 1975, es abismal, pues de aquella el número de bebés registrados fue de 581 y 207 muertes, lo que daba una estadística positiva de 219 individuos.
En Cambados, segunda población en importancia de la comarca, si el año 1975 registraba 243 nacimientos y 87 muertes en el último año de la estadística se redondeaba con cien nacimientos y 127 difuntos.
En O Grove se pasó de 208 partos a los 79 actuales frente a 87 óbitos por los 97 anotados en el registro de 2016.
En Vilanova la caída es espectacular al pasar de 300 nacimientos en 1975 o 319 en 1976 a los 65 de promedio que existen en la actualidad. También el crecimiento vegetativo es negativo en esta localidad pues en los últimos años pierde entre 35 y 50 vecinos a lo largo del ejercicio.
Los datos referidos a Vilanova son engañosos en cierto sentido pues en el comienzo de etapa se incluían los vecinos de A Illa de Arousa, que todavía no se había segregado y por tanto figuraba como parroquia en vez de Concello.
En este caso, el IGE descubre también la misma tendencia negativa del crecimiento en el último quinquenio, aunque menos escandalosa. La primera referencia es de 1997 con 36 nacidos y 35 defunciones, y la última d e32 y 48.
Meaño, Ribadumia y Mais también caen a la mitad.
