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Los jubilados replican al ISM que solo les ofrecieron mudarse al centro de O Ramal

"Los demás locales los buscamos por mediación del PP de Vilagarcía", asegura José Cao, presidente del club - "No somos culpables de la posible pérdida de 8 millones de euros"

El local que ocupa el club de jubilados en la Casa del Mar de Vilagarcía supera los 300 m2. // Iñaki Abella

El Instituto Social de la Marina (ISM) aseguraba hace unos días a este periódico que se habían puesto a disposición del club de jubilados de la Casa del Mar de Vilagarcía "varias alternativas" para reubicarlos y que todas ellas habían sido rechazadas. Sin embargo el colectivo que preside José Cao desmiente rotundamente esta afirmación de la administración: "Solo se nos ofreció el centro sociocomunitario de O Ramal, conocido como la casa de los ladrillos. Los demás locales los buscamos por mediación del PP local", garantiza Cao. Se refiere a la vieja Comandancia y al antiguo consultorio del doctor Sande, junto al río de O Con. En ambas visitas los pensionistas acudieron acompañados del presidente del PP vilagarciano, Alfonso González Gallego.

Los jubilados se sienten atacados y olvidados por la administración. No se consideran responsables del retraso que está acumulando la ambiciosa reforma de la Casa del Mar, actualmente bloqueada porque los mayores continúan dentro del edificio (las oficinas del ISM se trasladaron el pasado mes de agosto a la vieja sede de Hacienda en Galerías Gallego).

En este sentido, José Cao admite haber mantenido varias reuniones con el director provincial del ISM, Carmelo Castro, pero ninguna de ellas sirvió para nada. Y es que según su versión, el representante del ISM les reitera que deben abandonar el inmueble sin ofrecerles una alternativa. La única que está sobre la mesa -y que el colectivo rechaza tajantemente por sus reducidas dimensiones- es el centro de O Ramal.

Por el momento no se aprecian visos de ningún tipo de acuerdo. El ISM advierte de que "está en juego una inversión de casi 8 millones de euros en Vilagarcía" y de que cuanto más se demore el inicio de esta ambiciosa obra, mayor será el desembolso que tendrán que asumir las arcas públicas para costear el alquiler (5.000 euros al mes) de la oficina provisional del ISM, en Galerías Gallego.

Los jubilados sentencian que "no nos consideramos culpables sobre la posible pérdida de casi 8 millones de euros", pues creen que hacen "lo suficiente aceptando otro local de características muy inferiores al actual". Y es que los pensionistas se "conformarían" con el último inmueble visitado, donde en su día funcionó la consulta del doctor Sande, pero al parecer la Xunta no está dispuesta a abonar un arrendamiento de 2.000 euros al mes.

Según los datos facilitados por el club, la administración autonómica abona anualmente al ISM por los gastos (agua, luz, etc.) del local que los mayores todavía siguen ocupando en la Casa del Mar unos 10.000 euros al año.

Estufas de casa

"Es cierto lo que dicen de que el ISM dejó en agosto las dependencias. Pero se olvidaron de que el club de jubilados, con gente mayor, se quedaba sin calefacción, por lo que tuvieron que traer los propios socios estufas eléctricas de sus casas", revela el presidente del colectivo, José Cao, quien asegura que el director del ISM está informado "por escrito" de la falta de calefacción. Además -añade-, "la hierba del jardín se encuentra sin cortar y los árboles sin podar", unas tareas que antes se desempeñaban por medio del administrador del ISM.

El edificio de la Casa del Mar es propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social. Dentro funcionaba el Instituto Social de la Marina y la competencias en materia de personas mayores son de la Xunta de Galicia. "A día de hoy nosotros todavía ignoramos quién tiene la obligación de buscarnos un local", lamentan los jubilados.

Este club funciona en horario de mañana y tarde todos los días de la semana excepto el sábado por la tarde. Los días que hay bingo pueden llegar a juntarse en las instalaciones de la avenida de A Mariña un centenar de personas. "¿Donde nos meteríamos en la casa de los ladrillos?", se pregunta retóricamente Cao.

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