No conocía Cambados, pero tan solo con unas horas en el municipio, el actor Antonio Resines ya preguntó el precio de una vivienda que se encontraba a la venta. Así de impresionado se quedó tras comprobar "la belleza de un lugar como éste", y aunque reconoció abiertamente que "soy más de cerveza que de albariño", eso no quita de que "sea un vino que me gusta". Afable y atento con todo aquel que se le acercó, Resines cautivó a todo el mundo con su sonrisa y su buen humor, unas características que le convierten en un buen embajador, papel que está dispuesto a "cumplir lo mejor que pueda". Tan enamorado se quedó de la villa cambadesa, que incluso bromeó con la alcaldesa sobre la posibilidad de quitarle el puesto en el futuro y convertirse en regidor del municipio y acabó sacando la lengua en apoyo a las personas afectadas por AME.