Un atraco a mano armada en el casco urbano de Vilagarcía. Dos encapuchados asaltaron el Cash Galicia del barrio de As Carolinas, profiriendo amenazas de muerte a los empleados, a los que encañonaron con armas de fuego. Uno de los asaltantes llevaba una pistola y otro una escopeta recortada, con la que golpeó a un trabajador en el pecho, por lo que cayó al suelo.

El violento suceso ocurrió el lunes por la tarde al filo de las 19.50 horas, es decir, a escasos minutos de que cerrase al público este negocio de venta de productos al por mayor. En ese momento ya no había clientes dentro de la nave; solo quedaban cinco empleados: dos en la cajas, otros tantos en la parte de atrás y el encargado.

La plantilla sospecha que los ladrones estuvieron controlando desde el exterior del establecimiento que no hubiese compradores en el interior para perpetrar el robo. Además, a esa hora sabían que se encontrarían la recaudación de la jornada en la caja.

"Uno apuntó con la pistola en la cabeza a uno de los empleados de la caja, pidiéndole todo el dinero, y evidentemente se lo dio. A mí me golpearon con una escopeta de cañón recortado en el pecho también pidiéndome que le diera todo el dinero que teníamos. Fue todo muy rápido, en tres o cuatro minutos", relata uno de los trabajadores del Cash Galicia de As Carolinas.

Según el relato de los afectados, los atracadores ordenaron a toda la plantilla echarse al suelo mientras ellos se llevaban todo el dinero del establecimiento, tanto el de las cajas como el que había en la oficina. Desde el negocio mayorista señalan que sustrajeron "una cantidad importante", pero prefieren no desvelar el importe exacto para que no sirva de reclamo a otros delincuentes.

Durante el asalto, los empleados, tendidos en el suelo, rogaban a los atracadores que no les hicieran daño, "todos tenemos hijos y familia", decían asustados. "Si te amenazan con la vida, ¿qué vas a hacer?", se pregunta retóricamente uno de los trabajadores. Todos ellos procuraron mantener la calma en la medida de lo posible y no hubo que lamentar heridos ni daños personales.

Algunos de ellos llevan muchos años en la empresa y no es la primera vez que sufren un robo, pero jamás de estas características, con armas de fuego de por medio. "Tuvimos butrones y nos llevaron mercancía en anteriores ocasiones, pero como esta vez nunca", advierten.

Tras el golpe, los asaltantes huyeron en coche, "pero no pudimos ver la matrícula". De inmediato llamaron a la Policía Nacional, que se personó en el lugar rápidamente.

Los empleados del Cash Galicia de As Carolinas pasaron la noche "malamente" -admiten- y ayer todavía seguían con el susto en el cuerpo, aunque al mismo tiempo contentos de continuar con vida. "Me acordé de lo ocurrido en el Cash de Ourense hace años, que habían matado a dos", lamenta una de las personas asaltadas.

Suceso similar en Vigo

Los empleados de Vilagarcía sospechan que los atracadores puedan ser los mismos que hace apenas un mes perpetraron un robo con violencia similar en Vigo. Ocurrió el 30 de enero en el Cash de Camposancos, donde dos varones, uno de ellos cubierto con un pasamontañas, encerraron a los trabajadores para llevarse 8.000 euros de la caja. Ambos hablaban español; uno de ellos portaba una escopeta recortada y otro una pistola, igual que en el asalto del Cash de la avenida de As Carolinas.

Sin embargo en el caso del establecimiento mayorista de la ciudad olívica se desconoce la ruta de llegada y la de huida. La Policía investiga la relación entre ambos actos delictivos y si sus autores pueden haber sido las mismas personas.

Vilagarcía cuenta con tres establecimientos mayoristas Cash. El que acaba de ser atracado se encuentra en la Rúa Merlo, en la parte posterior del hipermercado Alcampo. Se trata de una pequeña calle paralela a la transitada avenida de As Carolinas que está apartada del trasiego constante de coches de la carretera principal. El establecimiento mayorista lleva funcionando más de treinta años.

La Policía Local de Vilagarcía tramitó el año pasado 7.784 denuncias, de las cuales un 74% están relacionadas con infracciones de aparcamiento. Un total de 3.879 correspondieron a estacionamientos indebidos (carga y descarga, aceras, pasos de cebra, zonas peatonales, etc.) y 1.919 al incumplimiento de la normativa de la Zona Azul. En total, la Policía recaudó en sanciones de tráfico 227.485 euros, un 15% menos que el año anterior, según el balance hecho ayer público por el Concello.

Desglosando las denuncias por aparcar en lugares indebidos, de las 3.879 un total de 1.156 fueron por estacionar en zona de carga y descarga, 1.002 encima de aceras y pasos de cebra, 463 en calles peatonales, 374 por aparcar en doble fila, 366 en zona amarilla, 305 en paradas de autobús o taxi y 231 en plazas de minusválidos.

En su conjunto, el número de multas se incrementó un 4,4%, aunque las tipificadas como graves (1.157) y muy graves (161) se redujeron un 7% y un 51% respectivamente. Esta disminución está causada "en gran parte" por la anulación de las cámaras foto-rojo, a través de las cuales se pusieron 694 multas en 2016.

En lo referido a la Zona Azul, de las 1.919 denuncias un total de 1.279 fueron por estacionar sin disco, 479 por superar el horario establecido y 161 por otros motivos, como por ejemplo cambiar el horario del disco sin mover el coche.

En las campañas de velocidad, los agentes vilagarcianos tramitaron 288 denuncias detectadas por el radar. Las alcoholemias positivas en 2017 se cifran en 86, por circular sin seguro se pusieron 102 sanciones y por no haber pasado la ITV, 130. De la denuncias remitidas a Tráfico, 234 conductores perdieron puntos de su carné.