El nunca es tarde si la dicha es buena es un refrán que se podría aplicar a la perfección al gesto protagonizado en la mañana de ayer por los alumnos de 5º y 6º curso de Primaria del Colegio Sagrada Familia-Filipense de Vilagarcía. Y es que la celebración el pasado 15 de febrero de Día Internacional del cáncer infantil fue motivo para un gesto tan educativo, engrandecedor y solidario como el protagonizado ayer en el patio del centro.

El lazo dorado que simboliza la unión y sensibilidad con la causa no faltó a la cita. Con globos se generó una imagen que responde a la colaboración solicitada por la Asociación Bicos de Papel al colegio y a toda su comunidad para concienciar de una lucha que trasciende mucho más allá que de las paredes de cualquier hospital.

El acto contó también con la presencia de la oncóloga infantil del Hospital Álvaro Cunqueiro, María Tallón, quien leyó un manifiesto en el que se reivindicaba "la necesidad de que toda la infancia, en cualquier lugar del mundo, tenga acceso a un diagnóstico y un tratamiento precisos y a tiempo".

La puerta al optimismo está bien abierta y así lo hizo constar la propia doctora a oídos de los alumnos y profesores: "El reto que supone superar el cáncer puede y debe ser una realidad". Y dos son los parámetros a cuidar especialmente en estos casos, subrayados por María Tallón al señalar que "esta enfermedad que tanto asusta inicialmente, es curable en un alto porcentaje de casos con un diagnóstico temprano y con los tratamientos adecuados".

El acento reivindicativo y de concienciación política también estuvo presente en las palabras de la doctora. Aspectos como la necesidad de que los niños sean tratados en unidades de referencia y marcar un camino claro a seguir en el protocolo desde la atención primaria en centros de salud hasta el hospital, así como potenciar la atención social, psicológica y educativa desde el mismo momento del diagnóstico, fueron cuestiones que no se pasaron por alto en la lectura.

Pero al margen de las peticiones que dependen exclusivamente de la voluntad política, una cuestión también quedó en el debe de los escolares a los cuales se les otorgó un papel igual de importante en la recuperación de los niños enfermos. La petición de cariño, sonrisas y abrazos se situó al nivel de cualquier medida pro-salud que se precie. Tallón les recordó que es vital "para que sientan nuestro apoyo, afecto y no olviden que, sobre todo, cuando todo vuelva a la normalidad y regresen a sus escuelas, serán recibidos en sus aulas como siempre: con juegos, sonrisas y alegrías".

Así, con una cerrada ovación de todos los alumnos, la Asociación Bicos de Papel se llevó para las habitaciones de los pequeños residentes del Hospital Álvaro Cunqueiro el cariño y la positividad del colegio Sagrada Familia-Filipense para mantenerse enteros en la lucha más vital de todas cuantas se pueden librar. Queda mucho por hacer, pero como finalizó el manifiesto: "porque juntos sumamos".