Las obras de ampliación y remodelación del Hospital Comarcal do Salnés, recientemente acabadas, no se corresponden con el incremento de la plantilla para atender los nuevos servicios. Es el caso del área quirúrgica que duplicó su capacidad, pero esto no se vio reflejado en el número de trabajadores que prácticamente continúa siendo el mismo. Así lo ha denunciado la anestesista del servicio y delegada del sindicato CEMS-Omega en la junta de personal del área sanitaria de O Salnés, Araceli Laya Barca, quien advierte del peligro que conlleva el escaso personal para los pacientes intervenidos.

El centro hospitalario comarcal nació con una ajustada plantilla de trabajadores en función de la demanda asistencial que existe en esta zona; situación que se agrava cuando se aumenta la actividad.

La sindicalista indica que la escasez de personal no solo afecta a las áreas con picos puntuales de alta demanda en este centro, sino también a la nueva unidad de recuperación postanestésica, en la que se vigilan y tratan a los pacientes que fueron operados hasta que recuperen todas sus funciones vitales como la respiración y el ritmo cardíaco.

"Con la puesta en funcionamiento de más quirófanos, hubo un aumento del número de pacientes intervenidos durante la mañana; la dotación tanto de enfermeras, como de auxiliares de enfermería y celadores en esta unidad de recuperación postanestésica sigue siendo la misma que antes. En esta unidad el número de enfermeras y auxiliares no se corresponde con las recomendaciones que el Ministerio de Sanidad tiene publicadas al respecto, donde se establece cuántos pacientes debe atender una enfermera y una auxiliar, basándose en el tipo de intervención y gravedad del paciente", destaca Araceli Laya.

La sindicalista apunta que, "curiosamente, esta misma Gerencia-Dirección Médica en la misma unidad que tiene en el Hospital Montecelo, sí mantiene el ratio de personal según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, lo que nos convierte en un hospital de segunda. y lo que es más penoso, que convierte a los pacientes del Hospital do Salnés en usuarios también de segunda, con el menosprecio para su salud".

La representante sindical de CEMS-Omega, y miembro de la junta de personal del área sanitaria do Salnés, ha decidido denunciar públicamente la situación, "ya que la gerencia de la EOXI (área sanitaria integrada) Pontevedra-O Salnés no atiende a las reclamaciones que a diario solicitan los facultativos del servicio de anestesia del Hospital do Salnés para que aumente el personal adscrito a esta unidad en previsión de evitar una desgracia. Está en juego la vigilancia de los pacientes con funciones vitales deprimidas que se están recuperando de la anestesia y donde pueden ocurrir eventos graves como que el paciente se quede sin respiración o sufrir un paro cardíaco y que si no está bien atendido podría tener consecuencias fatales, incluso la muerte".

Desde la junta de personal se preguntan cómo puede la Gerencia de la EOXI Pontevedra-O Salnés menospreciar las recomendaciones del Ministerio y poner en peligro a los pacientes que se operan en el Hospital do Salnés y qué intereses ocultos hay detrás de todo esto.

La asociación Batas Blancas, que integra a médicos y personal de enfermería de Galicia, también denuncia la política de desmantelamiento de los hospitales comarcales y pone como ejemplo el caso del centro hospitalario ubicado en Vilagarcía de Arousa, que pasó de ser una fundación como modelo para dotar a la sanidad pública de fórmulas de gestión privada, que da servicio a una de las pocas comarcas gallegas que ganan población sostenidamente, y que los recortes del Gobierno de la Xunta han hecho que vaya perdiendo progresivamente autonomía, personal y departamentos.

Según Batas Blancas "primero se cerraron los servicios de radiología y análisis clínicos de la Casa del Mar de Vilagarcía y se trasladó al Hospital de Pontevedra la sala de Digestivo, lo que supuso dejar sin recursos propios de radiodiagnóstico y analíticas al departamento de Atención Primaria. El resultado fue que alrededor de cuarenta pacientes tuvieron que empezar a desplazarse cada día a esa ciudad para recibir la atención que precisaban".

La asociación profesional expone que "después se eliminó la unidad de parto natural, que había permitido al centro de O Salnés recibir de Unicef la acreditación de "Hospital Amigo de los Niños", una referencia con la que solo contaban otros siete centros en toda España. También se suprimieron las especialidades de neurología, andrología y salud sexual, esta última la primera de Galicia. El servicio de farmacia pasó a ser una unidad de dispensación, mientras que algunos departamentos administrativos, como informática, control de gestión, contabilidad, personal, almacenes, compras y suministros se trasladaron también a Pontevedra o pasaron a depender de ese hospital".

El colectivo Batas Blancas añade que algo parecido sucedió con otros servicios médicos como medicina interna, el más importante en volumen de pacientes, y radiodiagnóstico, que fueron reformulados para hacerlos dependientes de Pontevedra. "También se eliminó la sección de otorrinolaringología y se privó de autonomía a las especialidades de urología, oftalmología y digestivo. El servicio de psiquiatría pasó a realizar las interconsultas de los pacientes ingresados telefónicamente, sin que vea al paciente ningún especialista".