Vilagarcía ganó población en 2017 después de tres años consecutivos perdiendo habitantes. Los últimos datos apuntan a un padrón de 37.479 vecinos, frente a los 37.283 de 2016, los 37.482 de 2015 y los 37.741 de 2014. En 2013 había 37.712 personas empadronadas en la capital arousana.

Realizando un análisis demográfico de la ciudad tomando como referencia el año 2007 para observar la evolución en la última década, se observa que el crecimiento se ciñe exclusivamente al casco urbano, el núcleo de Carril y Fontecarmoa, pero si se compara el padrón de 2017 con el del año anterior, es decir, 2016, la situación no es tan desalentadora. Y es que prácticamente todo el municipio ha ganado población, salvo Cea, Rubiáns, Sobradelo, y Solobeira, que han perdido. Así, al crecimiento de Santa Eulalia, Carril y Fontecarmoa se suma el de Bamio, Cornazo y Sobrán.

Según las cifras del Instituto Galego de Estadística, en el último año Santa Eulalia de Arealonga ha aumentado su censo de 21.791 vecinos a 21.983 (casi doscientos más). Los demás incrementos son más modestos, como por ejemplo el de Bamio (de 1.269 a 1.273), Carril (de 3.075 a 3.094), Cornazo (de 1.389 a 1.405), Fontecarmoa (de 507 a 509) y Sobrán (de 3.184 a 3.192).

Vilagarcía cuenta con diez parroquias, si bien el IGE computa trece porque divide en dos la de Santa Eulalia (por un lado el centro y por el otro la suma de los habitantes de As Bocas, A Laxe, Pereira, A Torre y Trabanca Badiña), la de Carril (por una parte el núcleo urbano y por la otra Trabanca Sardiñeira, Guillán y Caldihuela) y la de Sobrán (Vilaxoán por un lado y por el otro los núcleos que integran San Martiño de Fóra).