Vilagarcía cuenta con 37.479 habitantes, unos 700 más que hace una década (36.743 en 2007). Pero este crecimiento demográfico se ciñe exclusivamente al casco urbano, al núcleo de Carril y a Fontecarmoa, ya que el resto de parroquias del municipio -todas ellas del rural- han perdido habitantes en este periodo de diez años. Así se desprende del nomenclátor que acaba de publicar el Instituto Galego de Estadística (IGE) en el que se puede consultar el censo de cada barrio.

Santa Eulalia de Arealonga es la parroquia más poblada de toda Galicia, con 21.983 vecinos. En ella viven cerca del 60% de los habitantes de toda Vilagarcía. Además del centro de la ciudad, en esta parroquia se incluyen los barrios de As Bocas, A Laxe, A Torre y Trabanca Badiña, los cuales suman 2.336 vecinos, 110 más que los 2.226 de hace una década.

El mayor crecimiento se ha registrado en el casco urbano, al pasar de 18.316 personas empadronadas en 2007 a 19.647 en la actualidad, lo que se traduce en un incremento superior a los 1.300 habitantes.

O Piñeiriño

También Fontecarmoa, parroquia a la que pertenece O Piñeiriño, ha aumentado notablemente su población en los últimos años, concretamente un 30% al pasar de 348 residentes a 509.

La tercera zona de la ciudad en la que han fijado su domicilio más vecinos es Carril, pero no en el conjunto de la parroquia, que también abarca Trabanca Sardiñeira y Guillán, sino únicamente en la parte más urbana, junto al mar. Así, el núcleo carrilexo ha ganado unos doscientos vecinos en el transcurso de la última década: de 1.573 censados a 1.779. Computando toda la parroquia, el padrón se mantiene prácticamente igual, rondando los 3.000 habitantes.

En el lado opuesto se encuentra el sur de Vilagarcía, víctima de una sangría demográfica. Y es que tanto Sobrán (parroquia a la que pertenece Vilaxoán) como Sobradelo han perdido vecinos desde 2007, víspera del estallido de la crisis económica.

Según el padrón de 2017 desglosado por parroquias -recién publicado por el IGE-, en San Salvador de Sobradelo viven unas doscientas personas menos que hace diez años: 3.404 frente a 3.607. En San Martín de Sobrán la situación todavía es peor, con una disminución próxima a los 300 vecinos (de 3.451 en 2007 a 3.192 en la actualidad).

Y los censos de las demás parroquias del rural de Vilagarcía -sin excepción- también han adelgazado. Así, tanto Cea como Rubiáns y también Bamio (con un nivel de población similar, rondando los 1.200 habitantes) han registrado en el periodo de diez años analizado una disminución de un centenar de vecinos cada una.

Así las cosas, San Pedro de Cea cuenta con 1.193 personas empadronadas (1.304 en 2007), Santa María de Rubiáns 1.212 (1.310 hace una década) y San Xinés de Bamio, 1.273 (1.418 en 2007).

Cornazo también ha perdido población pero en menor medida, pues dejando a un lado Santa Eulalia de Arealonga, Carril, Sobrán y Sobradelo, es la única parroquia de Vilagarcía que supera los 1.400 residentes. Hace diez años vivían en sus calles 1.447 personas, y ahora 1.405.

La mayoría de las parroquias vilagarcianas oscilan entre los 1.000 y los 1.500 vecinos, a excepción de Solobeira (217 habitantes) y Fontecarmoa (509) por debajo y Santa Eulalia, Carril, Vilaxoán y Sobradelo por encima.

Los núcleos más poblados de Bamio son Vilar, O Casal y O Campanario; de Cea, O Vento y Castroagudín y la propia Cea; y de Rubiáns, Perrón o Zamar.