El narcotraficante Laureano Oubiña ya se encuentra plenamente integrado en la sociedad arousana. Tal es así que ya ha decidido empadronarse, y para ello ha elegido el municipio de Vilanova, el mismo donde, en su día, presumió de emblema en los momentos más álgidos de su vida, con la adquisición del imponente Pazo de Baión, reconvertido hoy en una bodega de albariño que pertenece a Condes de Albarei tras ser subastado por el Plan Nacional sobre Drogas.
Oubiña acudió ayer por la mañana al Concello de Vilanova de Arousa para iniciar los trámites para empadronarse en un piso muy próximo al consistorio, situado en las inmediaciones del pabellón, el colegio Julio Camba y con vistas al Jardín Umbrío y a la plaza de abastos. El piso pertenecería a un familiar directo y se ha convertido en su lugar de residencia, sobre todo, a raíz de la subasta, también por parte del Plan Nacional sobre Drogas, de la vivienda que construyó en A Laxe, lo que le impide disfrutar de ella ahora que ha salido de la cárcel.
El capo arousano, que se pasó más de dos décadas en prisión por narcotráfico y blanqueo de capitales, vivirá a menos de un kilómetro de distancia de otro gran histórico como es Manuel Charlín Gama, que pudo disfrutar de la libertad tan solo unos años antes que su homólogo cambadés. Tras salir del Concello, el capo tuvo tiempo de pararse a hablar con varios conocidos y darse un paseo por el Jardín Umbrío camino de la que será su residencia oficial.
De 71 años de edad, siempre ha destacado por su facilidad de palabra, y en los últimos tiempos, se le ha dado por convertirse en protagonista de la televisión, acudiendo con cierta regularidad a un programa de una cadena generalista, donde acostumbra a explicar todas aquellas cuestiones vinculadas a su larga carrera vinculada al tráfico de hachís y el blanqueo de capitales. En ese programa aseguraba, poco después de haber conseguido la libertad, que si se pasó 22 años en prisión fue por haber comprado el pazo de Baión y su "chulería durante el juicio de la Operación Nécora", en donde llegó a sacar de quicio al fiscal por la sorna utilizada en sus respuestas. Siempre se ha considerado una víctima del sistema judicial, como los cuatro años y medio que tuvo que cumplir en prisión preventiva, "lo máximo que se puede estar".
En las últimas semanas ha regresado a la televisión. En la primera de esas ocasiones fue para justificar la denuncia impuesta contra Carme Avendaño, la líder de la plataforma de lucha contra la droga Érguete, a la que acusa de haber faltado a su honor. Mientras la madre coraje acudía al juzgado de Vilagarcía para mantenerse en lo que había dicho en un programa radiofónico, Oubiña optaba por refugiarse en un pub de Cambados y salir en la televisión. A ese mismo programa regresó esta misma semana, para explicar la detención de dos personas de su entorno familiar en la Operación Mito, su yerno, que considera que nada tiene que ver con el tema, y su hijastro, David Pérez Lago, asegurando que no tienen ningún tipo de relacción desde 2002.
