Andrea Portela llegó el domingo por la mañana al albergue de Pinar do Rei, que gestiona la Protectora de Animales de Vilagarcía, con el fin de adoptar a Knot, un pequeño perro que conquistó su corazón a la distancia con la imagen que la entidad publicó de él en las redes sociales contando su historia.

Es que Knot es un perro abandonado que estaba en la calle, tiene diez años y además sufre ceguera. El can llegó al albergue el 30 de diciembre lleno de nudos y de suciedad. Tras asearlo, el veterinario de la Protectora determinó su edad y su ceguera. Pero este abuelete de cuatro patas pronto conquistó a todos sus cuidadores dado su carisma y el gran desarrollo del olfato y del oído que le permiten orientarse muy bien a pesar de no ver.

Andrea Portela, una joven vecina de la comarca pero residente en A Coruña por motivos laborales, también se enamoró de este pequeño perro de carita simpática y se puso en contacto con la Protectora. No le importó su ceguera ni su edad. Además, según acreditaron miembros de la Protectora, ella tiene experiencia en casos difíciles y conocimientos para cuidarlo.

Knot ya está disfrutando nuevamente de un hogar. Pero en el albergue de Pinar do Rei hay otros 190 perros y más de 60 gatos que también están esperando una nueva oportunidad de adopción. A pesar de que en los últimos tiempos aumentó el número de adopciones, la mayor parte de las personas que acuden al albergue buscan cachorros, por lo que siguen quedando los perros y gatos de más edad.