Pero la irrupción meteórica de las nuevas drogas y su enorme peligro -por el desconocimiento social que existe hacia ellas, o porque son el resultado de manipulaciones moleculares hechas en sótanos- no significa que el tráfico de las sustancias clásicas haya desaparecido. La prueba de ello se produjo esta misma semana en O Salnés, con la detención de seis personas -cinco búlgaros y un arousano- presuntamente relacionados con un alijo de 38 kilos de heroína, que habrían alcanzado un precio de cinco millones de euros en el mercado negro.

La operación "estalló" el domingo pasado, cuando agentes de paisano de la Policía Nacional procedieron a la detención de varias personas a punta de pistola en Renza y en el aparcamiento de un restaurante de Rubiáns (Vilagarcía) al que varios de los arrestados se dirigían a comer.

Los detenidos declararon el miércoles en los juzgados, y la juez decretó el ingreso en prisión de todos. Entre ellos se encuentra Miguel Señoráns Rebollido, un vilanovés afincado en Vilaxoán.