Manuel Isorna está convencido de que los padres pueden hacer mucho para evitar que sus hijos caigan en la tentación de las drogas. Pero está decepcionado con la actual generación de progenitores. "Nunca hubo una generación de padres tan laxa con las normas. Por poner un ejemplo, solo un 30 por ciento de los padres controlan las páginas de internet por las que navegan sus hijos menores. Hay una dejadez de funciones impresionante por parte de los padres. A algunos deberían sancionarlos".

A este respecto, pone el ejemplo de Islandia, donde si un menor de edad es identificado ebrio a ciertas horas de la noche, sus tutores son multados. En opinión de Isorna, "en estos últimos 20 años se han producido una serie de cambios sociales que han derivado en esta actitud de los padres, que ya ven normal que el chaval tenga en su habitación una plantita de marihuana, que se emborrache todos los fines de semana porque todos sus amigos lo hacen, o que se les regale un iPhone a los ocho años por hacer la Primera Comunión".