Los "parcelistas" que desde hace un par de décadas esperan construir en la isla grovense de A Toxa dicen "basta". Hacen un llamamiento a los responsables políticos, tanto municipales como autonómicos, para que regulen "de una vez por todas" esta "insoportable situación", alegando que en muchos casos invirtieron "importantes cantidades de dinero" para comprar terrenos e instalarse o construir su segunda residencia, pero en los que no pueden hacer absolutamente nada a causa de la carencia de Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

Hablan de "decenas de afectados" y de al menos 25 parcelas bloqueadas, "a la espera de que se resuelva la situación urbanística de O Grove y la isla" para llevar a cabo sus proyectos.

A la espera de que llegue el momento, "si es que llega", los damnificados aseguran que no solo ellos pierden dinero. "También se pierde la oportunidad de generar dinero que beneficie al conjunto de la economía local y se frena el desarrollo de la isla así como su recuperación como destino turístico", alertan.

Entre los afectados hay propietarios que adquirieron sus parcelas en el año 2002. Lo hicieron "porque me prometieron que en apenas seis meses iba a poder construir -asegura uno de ellos-, pero sin embargo seguimos esperando, con todos los perjuicios que esto supone".

Es, aseguran, "una tomadura de pelo enorme y una auténtica vergüenza". A lo que añaden que "si esto sigue así se seguirá marchando la gente de la isla, muchos optarán por dejar de venir en sus vacaciones y entre todos habremos conseguido agravar el declive que ya padece en la actualidad".

Sea como fuere, nada de esto puede causar extrañeza. Ya hace mucho que se advierte de la situación, sobre todo porque la carencia de una adecuada ordenación urbanística de la isla se hace notar en muchos ámbitos, también en el abaratamiento del suelo.

Hace casi un año Javier Basagoiti, presidente del Club de Golf Isla de La Toja, ya advertía de que el mercado inmobiliario de A Toxa "siempre ha sido muy estrecho, con pocas operaciones al año; nadie vendía y no había posibilidad de construir más viviendas, lo cual hacía subir el precio".

Pero la carencia de PXOM hizo que se desplomaran esos valores, ya que "esto supone que no hay licencias nuevas, la gente se cansa y vende las parcelas o desiste de construir".

En su opinión las consecuencias son "desastrosas", y como ejemplo citaba que la inexistencia de PXOM y la crisis económica vivida en España habían conseguido que la última promoción de apartamentos de A Toxa, con 149 unidades, "acabara en concurso de acreedores, y por tanto en la Sareb (Banco Malo)", donde empezaron a vender "a precios muy por debajo de la media de A Toxa".