Los cambadeses donaron durante el año pasado 31 toneladas de ropa usada, según los datos facilitados ayer por el Ayuntamiento de Cambados. En esta localidad hay 10 contenedores para la recogida de prendas, de los cuales cuatro pertenecen a la empresa de inserción social Arroupa, que pertenece a Cáritas, y los otros seis son de la fundación Humana.

Ambas entidades acaban de enviar al Concello su informe de actividad correspondiente al ejercicio pasado. En el caso de Cáritas, instaló sus cuatro contenedores en las inmediaciones de las iglesias parroquiales de Cambados, Vilariño, Corvillón y Oubiña, y recogió en total 17.800 kilos de ropa, 800 más que en 2016.

Donde más prendas se donaron fue en el depósito situado junto a la iglesia parroquial de Santa Mariña, en el centro de Cambados, con más de 8.600 kilos. Le siguieron por volumen de donaciones Corvillón, con 4.200 kilos, Vilariño, con algo más de 3.000, y Oubiña, con 1.800.

En lo que respecta a la fundación Humana, cuenta con seis contenedores, entre los cuales sumó 13.200 kilos de ropa. Donde más recogió durante los últimos doce meses fue en la calle Os Olmos, con casi 3.700 kilos.

En el contenedor de la avenida de Galicia se reunieron piezas de vestir con un peso total de 2.600 kilos, y en el de la avenida de Vilariño, el pesaje fue de algo menos de 2.500. Los otros tres depósitos de esta entidad se encuentran en la avenida da Coruña, la calle Sabugueiro y la avenida de Vilagarcía.

El concejal de Servicios Sociais, Constantino Cordal, manifestó a través de un comunicado que "los datos son positivos", dado que el volumen de ropa reciclada se está incrementando año tras año gracias a la integración de las distintas parroquias en el servicio. Además, destaca que las empresas involucradas, "certifican que todos los residuos no reutilizables generados fueron tratados con un gestor autorizado de residuos para su eliminación".

Constantino Cordal considera además que "entre los objetivos de esta campaña también estaba transmitir a la población cambadesa valores como el reciclaje y la solidaridad entre vecinos, sobre todo en los casos en que existen necesidades evidentes".

En el caso de los contenedores de Cáritas, buena parte de las prendas se destina a los roperos que la organización acostumbra a tener en todas las parroquias, a disposición de las personas en situación de pobreza. Se admite tanto ropa de vestir como de cama.