Tres días antes de que la cofradía de Carril remitiese a Fernanda Eiras Mollinedo la carta de despido (4 de octubre de 2017 según su denuncia), la Praza da Liberdade de Carril se llenaba de gente para defender alto y claro los puestos de trabajo de las tres empleadas cuya permanencia en el pósito estaba amenazada por un reciente acuerdo de la Xunta Xeral según los críticos e inexistente según el patrón.

Así, salieron a la calle unas doscientas personas que con cánticos y pancartas reclamaban la continuidad en la plantilla de la cofradía de Fernanda Eiras Mollinedo, Rosa Eiras Mollinedo y de la bióloga María Lourdes Conde Varela. Finalmente solo fue despedida Fernanda, aunque las otras dos trabajadoras también han llevado al pósito a los tribunales por una supuesta vulneración de sus derechos. "A una la pusieron a trabajar en el fallado de la cofradía, a otra en un cubículo de la lonja y otra está en la calle [en alusión al despido]", resumen fuentes cercanas a las afectadas. Ahora serán las sentencias judiciales las que darán o quitarán razones.