El Paseo da Ribeira, que es como se conoce a la playa que discurre paralela al mar en la zona portuaria de Rianxo, fue escenario en la madrugada de ayer de un nuevo accidente de circulación. Como sucedió en otras muchas ocasiones anteriores un turismo se precipitó al mar, aunque esta vez estaba la marea baja y acabó sobre la arena.

Como consecuencia de este suceso resultaron heridas dos vecinas de la localidad que conocen perfectamente la zona portuaria rianxeira, y por tanto son sabedoras del peligro que puede entrañar, por lo que se cree que la causa del suceso fue la "mala visibilidad".

La Policía Local explica, en este sentido, que "el parabrisas del turismo estaba empañado", ya que las dos mujeres que lo ocupaban no habrían esperado lo suficiente para desempañarlo tras subirse al mismo y arrancarlo después de salir de su puesto de trabajo, situado en las inmediaciones.

Se trata de I.S.P., de 57 años y conductora del Seat Altea protagonista de este episodio. Un coche de matrícula 0861-DDV que en el momento de precipitarse al vacío, desde una altura de entre tres y cuatro metros, estaba ocupado además por la también rianxeira M.E.G.S., de 54 años.

El operativo estuvo coordinado por 112 Galicia, donde explican que las ocupantes del turismo "salieron sin dificultades" del mismo porque la marea estaba baja.

Este servicio añade que "precisaron asistencia médica" y fueron evacuadas en ambulancia, parece que una de ellas al centro de salud rianxeiro y la otra al hospital.

Parece que fue un particular quien alertó del suceso al Centro Integrado de Atención a Emergencias 112 Galicia a eso de las 6.20 horas. En ese instante se puso en marcha un operativo de rescate en el que participaron los efectivos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Boiro, agentes de la Guardia Civil Policía Local y los voluntarios de Protección Civil de la localidad.

Estos últimos se encargaron de la retirada del vehículo antes de la subida de la marea en una operación contrarreloj que culminó cuando el agua ya tocaba las ruedas del coche, que tras ser izado con ayuda de una grúa quedó depositado en una zona segura dentro del muelle.