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Los viticultores afrontan la recta final del proceso de poda del viñedo

La Xunta concede casi dos millones de euros para promoción

Trabajos de poda en Ribadumia. // Noé Parga

Iniciada en muchas fincas ya en noviembre, la poda del viñedo entra en su recta final. Los viticultores apuran los preparativos de las plantaciones antes de afrontar la temporada de plagas -si es que este año se producen- y de aplicación de tratamientos fitopatológicos.

La poda es una operación crucial, de ahí que, como siempre en estos casos, sea aconsejable extremar las precauciones para evitar o minimizar la dispersión de los hongos.

De ahí que sea preferible podar en tiempo seco, no actuar hasta el final de la operación sobre las plantas que presenten síntomas de enfermedad, desinfectar las tijeras entre planta y planta, aplicar en los cortes grandes un cicatrizante con fungicida y retirar de la parcela y eliminar la madera cortada.

En la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA) abundan en esto para destacar que en las plantas que presenten síntomas de enfermedades de la madera "es imprescindible guardar escrupulosamente las precauciones mencionadas".

Pero es que, además, "deben ser podadas preferiblemente a finales del invierno, con tiempo seco y sin riesgo de heladas".

Por otra parte, explicar que el sector vitivinícola puede acceder a una nueva línea de ayudas para promocionar sus caldos lejos de las fronteras europeas; sin duda con Estados Unidos, Asia y Canadá como grandes aspiraciones.

La Consellería do Medio Rural anunció ayer el reparto de 1,7 millones de euros para este fin, destinando las subvenciones tanto al desarrollo de "acciones y actividades de promoción como misiones comerciales, presentaciones y promociones en puntos de venta" como a la "asistencia a ferias y exposiciones de carácter internacional". También se financia la preparación, ejecución o seguimiento de tales actividades.

Pueden beneficiarse de esta convocatoria -si las solicitudes se cursan antes del 14 de febrero- "las empresas vinícolas, consejos reguladores, organizaciones profesionales e interprofesionales y otras entidades que ejerzan su actividad mayoritariamente en el sector del vino".

Como también "los organismos públicos con competencia legalmente establecida para desarrollar actuaciones de promoción de vinos españoles en mercados de terceros países y las asociaciones temporales o permanentes de dos o más productores que tengan entre sus fines a promoción y comercialización del vino".

Hay que recordar que la Denominación de Origen Rías Baixas está especialmente interesada en mercados como el estadounidense, donde vende alrededor de 2,5 millones de litros es el principal destino extranjero de este vino protegido. En China fueron qlrededor de 30.000 litros de vino y en Canadá se llegó en 2016 a los 88.000 litros.

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