Takhaki y Wakako se proponen representar a su país en la categoría mixta Nacra-17 en los Juegos de Tokio de 2020. El reto de la pareja -solo en lo deportivo- es representar a su país que por ser anfitrión parte con una plaza garantizada, pero ésta tendrán que peleársela al menos con otras tres parejas más que también se esfuerzan por conseguirla.

Pero Takhaki y Wakako tienen al mejor maestro, el vilagarciano Antón Paz que en China obtuvo la última medalla de oro de la clase Tornado y que, por tanto, conoce todos los secretos de los catamaranes más veloces del mundo.

Desde el pasado 10 de enero, Antón Paz dedica todo su tiempo a la pareja nipona para descubrirles como se saca el mejor rendimiento a la embarcación de vela más rápida que existe, que puede alcanzar los 25 nudos, para los profanos 1,8 kilómetros por nudo, que en el mar es una velocidad de mareo.

Y la pretensión del maestro vilagarciano es que la pareja comience ya a "navegar sola" pues ninguno de ellos cuenta con experiencia previa en esta categoría.

"La chica, es decir Wakako, es la patrona de la embarcación y ya participó en los Juegos Olímpicos de Londres con otro tipo de embarcaciones a vela, mientras que la experiencia de su compañero Takhaki es menor". explica Paz convencido de las dificultades que tiene "partir de cero" en este tipo de competiciones.

Pero todo es posible. El vilagarciano observó buenas aptitudes cuando en noviembre les vio navegar en Tokio "donde llevamos a cabo el primer entrenamiento". Y ahora quedan casi dos semanas para "foguearse" en la ría.

La jornada comienza temprano. A las nueve de la mañana ya están en el puerto de Vilagarcía donde comprueban las condiciones del viento y buscan el mejor lugar para sacar todo el rendimiento y provecho al Nacar de 17 pies que despega y ameriza de forma espectacular.

"Esta mañana -por ayer- llegamos a las nueve y como a primera hora no había viento hicimos bricolaje", explica de forma muy didáctica Antón Paz.

Así tocó sustituir un "cabo estándard" por otro más adecuado y de menor peso que también hubo que reducir". Y es que conseguir que la embarcación tenga las mejores condiciones aerodinámicas, reducir los rozamientos, es decir el mantenimiento general del barco, es imprescindible para ganar esas milésimas de segundo que en una competición olímpica puede suponer subirse al podio.

Sobre las 10.30 horas las condiciones del viento mejoraron. "Soplaba en Cortegada y allí nos fuimos" explica Paz que estuvo con sus discípulos nipones "casi cuatro horas", lo que implicó una singladura de unas quince millas aproximadamente-

"No vamos mar adentro todavía si encontramos unas buenas condiciones en el interior de la ría, pero en los próximos días contamos con que el viento sople de sureste para entrenar entre A Pobra y A Illa", explica Paz muy entusiasmado con la buena evolución de sus pupilos.

La preparación es compleja pues se trata de competir a nivel mundial y, sobre todo, en una categoría que se reestrenará en Tokio. En las Olimpiadas de China fue donde se decidió suspender la categoría Tornado para crear la mixta Nacra 17 en Río, en la que los japoneses depositan su confianza.