El alcalde, José Cacabelos, y las concejalas Pilar Galiñanes (Educación) y Ángeles Domínguez (Obras) se reunieron ayer con César Pérez Ares, el jefe territorial de Educación, para estudiar la situación del colegio Rosalía de Castro y la desafección de las antiguas viviendas de los profesores, que el Concello de O Grove quiere destinar al futuro comedor y a fines o usos públicos.

"Nuestra intención era impulsar la creación del comedor escolar en la planta baja del edificio y habilitar en las plantas superiores locales sociales e incluso una biblioteca o cualquier otra instalación que beneficie a los colectivos sociales, culturales o deportivos".

Pero la sorpresa fue comprobar que "aún está sin resolver el desalojo de esas viviendas, porque hay profesores que aún tienen la cesión de los pisos".

Lo que se va a hacer es elaborar un informe "a través de la Policía Local para certificar cuáles están habitados, y a partir de ahí Educación se compromete a instar a los titulares para que los desalojen", explica el primer edil.

Cuando esto suceda "tendremos una nueva reunión -se dan un plazo de dos meses- y decidiremos consensuadamente el destino de las casas de los maestros, ya que en la Consellería también plantean ampliar la superficie del colegio, incluso construyendo un gimnasio".

Eso será algo que se decidirá en su momento, "pero de lo que no cabe duda es de que el comedor del Rosalía de Castro va a ser una realidad, financiado al 50% por el Concello; la mala noticia es que esperábamos inaugurarlo en el curso 2018-2019 y ya no va a ser posible porque el desalojo es un trámite lento".

En Educación confirman que se procederá a identificar a los actuales adjudicatarios de las viviendas y que se consensuará el uso del inmueble, apostando tanto por el comedor como por la ampliación del patio.

La reunión fue aprovechada por la Xunta para comunicar que en próximos días se remitirán 6.000 euros al colegio Valle Inclán "para la puesta en marcha de obras de mejora de eficiencia energética".