Los diferentes ayuntamientos arousanos se encuentran en pleno proceso de tramitación de las solicitudes para los servicios de temporada en las playas. En esta época del año se dispara el número de expedientes en tramitación, sobre todo porque el plazo para hacerlo finaliza pronto, el 2 de marzo.

Se trata de conseguir permisos para la apertura de chiringuitos o quioscos de playa, pero también de formalizar el funcionamiento de los hidropedales, las escuelas de surf y deportes similares o la colocación de hamacas, sillas, sombrillas y demás elementos disponibles en las zonas de baño.

La referencia de A Lanzada

Especialmente relevante resulta este procedimiento en el Concello de O Grove, sobre todo por el interés que despierta cada verano la explotación de los servicios de la playa de A Lanzada.

Es por ello que, si bien llegado el momento divulgará su propio pliego de condiciones de explotación, ya que asume la gestión de estos servicios de temporada, desde el gobierno de la localidad publicitan el procedimiento instruido por Costas del Estado.

1 de mayo a 31 de octubre

Lo que hace este organismo dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, es regular las instalaciones desmontables y/o servicios de temporada en la campaña de playas 2018, que abarca desde el 1 de mayo al 31 de octubre.

Los interesados en explotar los quioscos, con una superficie cerrada a ocupar con un máximo de veinte metros cuadrados, junto a un tope de cincuenta metros cuadrados de terraza abierta, deben mantener una separación mínima de cien metros respecto a cualquier otra ocupación de igual naturaleza, advierten desde Costas del Estado.

No son, ni mucho menos, las únicas normas que deberán respetar los concesionarios de los diferentes servicios. Costas explica, por ejemplo, que los artefactos flotantes deben tener autorización de Capitanía Marítima, que no se permiten tendidos aéreos en las instalaciones de temporada y que todas las conducciones de suministros, como agua y electricidad, deben ser subterráneas, conectándose el saneamiento a la red general y quedando prohibidos los sistemas de drenaje y absorción.