Un vecino de O Grove será juzgado el martes que viene -iba a suceder ayer, pero se aplazó la vista debido a la ausencia de un testigo-, acusado de haber abusado sexualmente y de manera reiterada de una menor que vivía en su mismo edificio.

Los hechos habrían tenido lugar en 2015, cuando el presunto autor de la agresión sexual se habría aprovechado tanto de la edad de la adolescente como de la relación de confianza que mantenía con la familia de la misma; valiéndose de ello para abusar de la joven. Y lo habría hecho prácticamente a diario, entre finales de junio y el 15 de julio de aquel año.

Así consta en el escrito del Ministerio Fiscal, que habla de un delito continuado de abuso sexual a una menor, con penetración, y pide para el acusado una pena de once años de prisión, además de la pena de prohibición de aproximarse a menos de quinientos metros de la joven durante otros seis años. En ese periodo tampoco podría comunicarse con la menor por ningún cauce.

A raíz del aplazamiento de la vista que estaba prevista para ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra salió a relucir que la madre de la joven renunció a reclamar indemnización alguna por tales hechos.

Según ha trascendido, el presunto agresor entabló amistad con la madre y los hermanos de la chica, aprovechando que vivían todos en el mismo edificio. Supuestamente les invitaba a visitar su piso. A partir de junio de 2015, una vez finalizado el curso escolar, la menor y su hermana pasaban las tardes en el domicilio del acusado.