Un vecino de Noalla (Sanxenxo) inició hace una década una batalla judicial que ganó definitivamente hace tres años, aunque no fue hasta esta misma semana cuando pudo ver cómo se le daba la razón y el ente público Augas de Galicia procedía a acatarla.

Y es que este organismo y una firma de promociones inmobiliarias se vieron judicialmente obligados a eliminar una conducción de pluviales con la que verter las aguas de una urbanización en el conocido como Regato dos Mouros, el cual desemboca en A Lanzada y que tuvo que ser adecentado durante los últimos años para evitar inundaciones.

Precisamente el ciudadano autor de este proceso judicial, José Luis Piñeiro Míguez, denunció en su momento que con los desagües de la urbanización canalizados hacia el regato se incrementaba artificialmente su caudal, al tiempo que se veía afectada una finca de su propiedad situada en los márgenes del cauce fluvial.

En concreto, en cumplimiento de la sentencia el ente Aguas de Galicia procedió hace unos días a tapar doce pozos y a levantar 620 metros de tubería de conducción de aguas que seguían el trazado de una carretera en la parroquia de Mourelos (Noalla), que además el citado órgano dependiente de la Xunta tuvo que reasfaltar.

Fue el abogado grovense Avelino Ochoa el encargado de representar al denunciante y, a la postre, el que consiguió una sentencia favorable en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Pontevedra en el año 2013, ratificada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el 18 de diciembre de 2014, al rechazar el recurso presentado por la constructora y Augas.

De forma resumida puede decirse que José Luis Piñeiro Míguez y el abogado Avelino Ochoa plantearon un recurso en 2008 ante Aguas de Galicia que después elevaron al Juzgado de lo Contencioso y acabó en manos del TSXG en el que actuaban contra la Administración y Acciona Inmobiliaria por la conducción de aguas pluviales de la urbanización del SU 12 de Aios (Noalla) dirigiéndolas hasta el Regato dos Mouros, en las inmediaciones de la playa de A Lanzada.

El vecino de Noalla, como queda dicho, se mostró disconforme con la construcción de la urbanización del SU 12, hoy paralizada, porque con autorización de Aguas de Galicia desviaba sus aguas pluviales hacia el citado regato.

La reclamación inicial ante Aguas de Galicia fue desestimada por este organismo, lo cual hizo que el vecino planteara su demanda judicialmente.

Fue el Juzgado de lo Contencioso número 2 de Pontevedra el que en 2013 dictó sentencia dando la razón a José Luis Piñeiro Míguez por entender que con la conducción de aguas pluviales de la totalidad de la urbanización del SU12 se alteraba el cauce natural del llamado Rego Fonte da Vella, que a su vez desembocaba en el Rego dos Mouros y suponía ese mayor aporte de caudal de aguas antes aludido.

La empresa titular de la proyectada urbanización y Aguas de Galicia plantearon al TSXG el recurso de apelación desestimado hace tres años, de tal forma que se anulaba definitivamente la autorización para la instalación de las tuberías y pozos de decantación a lo largo de la carretera municipal que une el SU12 con A Lanzada.

Desde entonces Aguas demoró la ejecución de la sentencia hasta esta misma semana, cuando por orden judicial, y con licencia del Concello de Sanxenxo, tuvo que rellenar de hormigón doce pozos de decantación y suprimir las tuberías de PVC de conducción de las aguas pluviales.