La vocación por la enseñanza de Bárbara González Palacios le ha llevado a desarrollar su profesión en Inglaterra, más concretamente en Cambridge. Allí, en un instituto de Secundaria esta vilagarciana de raíces cambadesas se ha convertido en docente en la materia de Educación Física. Todo ello sin dejar atrás el fuerte vínculo que le une al baloncesto tras jugar durante muchos años en las categorías base del Cortegada. Aún disfruta del juego en la Liga Nacional inglesa.

- ¿Se lo pensó mucho cuando tocaba marcharse de casa?

-No fue una decisión fácil, ya que antes de marcharme me encontraba en listas de contratación en Aragón, preparando oposiciones y trabajando a tiempo completo en un gimnasio. Mi plan era darlo todo por conseguir una plaza de profesora de Educación Física en secundaria, pero las oposiciones estaban bastante paradas. No fue fácil dejarlo todo y marchar a un país al que sólo conocía de un viaje que meses antes hice con amigos, pero a la vez no quería estancarme, así que con todo el apoyo de mi familia me lancé a la aventura.

- ¿Qué tal su adaptación al país y a sus costumbres?

-Me considero bastante optimista pero tampoco puedo negar lo evidente: ¡unas horas más de sol no vendrían mal! Es verdad que los inviernos son duros y los veranos saben a poco, pero esto no impide que la gente se mueva en bicicleta. De hecho es algo que me encanta y compruebo que en Vilagarcía está creciendo el uso de la bicicleta. La comida gallega también se echa de menos, pero es que nuestra cultura gastronómica es envidiable.

- ¿Alguna anécdota curiosa en estos seis años en Cambridge?

-Vivir en la misma ciudad que Stephen Hawking está genial, pero, al contrario de mucha gente, yo todavía no me lo encontré para hacerme un selfie. Como anécdota curiosa, la coincidencia en un evento con el actor Sir Ian McKellen, y presenciar como, a pesar de ser un actor destacado por su carrera cinematográfica, la gente se dirigía a él simplemente con el nombre de su personaje en El señor de los Anillos: Gandalf.

- Lo cierto es que usted ha sido deportista toda la vida, ¿qué recuerdo le queda después de tantos años en el baloncesto, concretamente en el Cortegada?

-En mi familia siempre nos gustó el deporte y mi hermano José Miguel fue un referente para mí en el baloncesto ya que jugó en Liga EBA con el entonces Inelga. En el Cortegada me formé con entrenadores que a día de hoy están en la élite del baloncesto. Sigo el baloncesto femenino en Europa y es un honor poder decir que Miguel Ángel Ortega, el actual entrenador del Perfumerías Avenida, me entrenó cuando jugaba en categoría Infantil; o que el preparador físico de la Selección Femenina Española Jordi Aragonés, nos ponía a punto en las pretemporadas y ahora es campeón europeo de selecciones. Fueron unos años llenos de experiencias y retos que disfruté muchísimo, hasta el punto que todavía hoy sigo jugando. Desde que estoy en Cambridge he vuelto y con más fuerza a la práctica del baloncesto. Tengo la suerte de haber representado a la Universidad de Cambridge en el encuentro anual contra Oxford y haberlo ganado. Actualmente juego en la National League, con la Universidad Anglia Ruskin. Los entrenos y viajar los fines de semana desgastan un poco, pero disfruto mucho jugando y me veo con fuerzas para seguir por más tiempo.

- Háblenos, por favor, del baloncesto en Inglaterra.

-Desde mi punto de vista, se nota que son otros lo deportes rey por tierras inglesas. Rugby y hockey tienen una demanda muy alta ya desde edades tempranas, pero el baloncesto va ganando terreno poco a poco y gracias también al hecho de haber celebrado recientemente las Olimpiadas de Londres en 2012. Yo aporto mi granito de arena en Cambridge promoviendo el baloncesto en edades tempranas y sobre todo fomentando el femenino. Torneos que para nosotros son tan comunes, como puede ser un 3x3, en mi escuela están siendo todo un fenómeno lo que repercute en un numero más elevado de jóvenes en los clubs de la ciudad.

- ¿Y cómo se organiza el día para atender a sus dos quehaceres?

-Todo es cuestión de organizarse y escoger actividades que te gusten. En mi caso siempre tuve claro que quería probar la enseñanza y la experiencia ayuda a la hora de mejorar la práctica como docente. Las jornadas en el instituto son largas e intensas, ya que las clases finalizan a las 15.05 horas, pero luego tenemos reuniones, cursos o clubs de deportes para el alumnado. Mis "hobbies", impartiendo zumba y pilates, me ayudan a encontrarme fuerte y positiva y a estar en buena forma para llevar la jornada laboral y poder jugar al baloncesto.

- ¿Cómo es la Educación Física en su instituto?

-La práctica de la actividad física está muy extendida y con un importante apoyo institucional. La educación física en Cambridge es admirable a nivel práctico y organizativo. Nuestras unidades didácticas son muy variadas, desde hockey o baloncesto a ciclismo e incluso gimnasia en trampolín. A esto hay que sumar que a nivel del distrito todas las escuelas están comunicadas para organizar ligas/torneos con diferentes deportes cada trimestre. Tener tanto tiempo para la práctica ayuda mucho a avanzar y profundizar en la materia. Gracias a estar trabajando en Cambridge, tuve la oportunidad de conocer otros deportes no tan populares en España como el cricket, rounders o netball. Tengo la suerte de estar en un centro donde se promueve mucho la formación del profesorado, lo cual me permite progresar en diferentes metodologías, deportes y modos de gestión de grupos.

-Cuéntenos algo de lo que esté muy orgullosa referente a lo que ha conseguido en todo este tiempo en Cambridge.

-El pasado año, fruto del esfuerzo del personal docente y de un trabajo conjunto en equipo, mi instituto ha alcanzado el mayor nivel que las inspecciones de trabajo otorgan a los centros de enseñanza, el "Outstanding". Este nivel refleja los altos estándares formativos que el centro ofrece a su alumnado, para preparar y fomentar su educación y su futuro. Su logro es el resultado de una auditoría de calidad, que se realiza a través de una evaluación permanente de los centros de enseñanza, lo que entraña una competitividad intercentros, unos para mantener el nivel adquirido y otros para alcanzarlo. Los niveles responden a estándares predefinidos con encuestas públicas de satisfacción y auditorías presenciales de realización de la actividad formativa que se imparte. No se trata de un trabajo concreto o puntual, sino de una trayectoria en la elaboración y aplicación de los programas de formación que se utilizan en el centro.

- ¿Cómo es vivir en Cambridge?

-Cambridge es una ciudad muy especial. Tiene una historia asombrosa y una de las universidades punteras a nivel mundial. La ciudad está llena de personas de todo el mundo, lo cual crea una sociedad con diversidad, cultura y educación. Si te gusta la historia te va a fascinar pasear enfrente del estudio donde vivió Darwin, tomarte una pinta en el pub Eagle donde se anunció el descubrimiento de la estructura del ADN. La mayoría de las personas que me visitaron coinciden en que Cambridge parece sacada de las películas de Harry Potter. Pasear por los distintos colleges de la universidad y cruzar los patios y jardines con vistas al río es algo que muy pocas ciudades pueden ofrecer.

- Son muchos los que opinan que el trabajo ideal es el que se puede desarrollar cerca de casa. ¿Lo comparte?

-Vivir y trabajar cerca de casa podría considerarse perfecto, pero la experiencia de viajar y conocer otras culturas es muy enriquecedora. Primero a nivel personal, porque te conoces más y valoras todo lo que dejas atrás, pero también a nivel profesional, ya que observas y participas en proyectos que sólo suceden si te lanzas a la aventura. Aunque sea por un tiempo corto, siempre es interesante salir de nuestra zona de confort, nunca sabes que otras oportunidades pueden llegar una vez que das el paso.